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El Alcalde exige a Cultura que dé "ya" los permisos para reparar el campo de rugby

El Consistorio insta al Consejero a "plasmar en un papel" el acuerdo verbal alcanzado en febrero para acometer varios arreglos "de urgencia"

El presidente del Oviedo Rugby, Francisco Baruque, caminando entre el fango del terreno de juego. MIKI LÓPEZ

El Ayuntamiento de Oviedo insta al Principado a no perder más tiempo para poder adecentar el campo de rugby del Naranco antes de la próxima temporada. El Alcalde ovetense, el socialista Wenceslao López, envió la pasada semana una carta al consejero de Cultura, Genaro Alonso, en la que reclama a la administración regional formalizar "ya" los trámites necesarios para que la instalación pueda ser homologada por la federación en el mes de septiembre.

Ambas partes acordaron el pasado 27 de febrero, de manera verbal, que el Ayuntamiento pudiera acometer arreglos "de urgencia" en el drenaje y el césped de unas instalaciones que son de titularidad regional. El acuerdo incluyó también la disposición del Consistorio y del Principado para financiar a partes iguales en 2019 la sustitución de la superficie actual por una de césped artificial que facilitase el mantenimiento y permitiese acoger también partidos de categorías inferiores.

Desde entonces no hubo más contacto entre las dos administraciones y es por ello que el regidor decidió tomar la iniciativa y dar un aviso al consejero. "Si no se inician ya los trámites difícilmente se podrá llegar a tiempo", señalan fuentes municipales respecto a la iniciativa de López de reclamar al consejero, socialista como él, que no olvide de lo pactado.

El Ayuntamiento necesita un permiso explícito de la consejería para poder contratar unos trabajos orientados a sustituir al deteriorado sistema de drenaje del campo, que podría acometerse con un contrato menor, según indicaron desde el propio Ayuntamiento hace dos meses. La autorización debe abarcar tanto la posibilidad de actuar en el terreno de juego como de utilizar los accesos hasta los mismos para ejecutar las obras.

La mejora del sistema para evacuar el agua de la lluvia y el adecentamiento del césped son cuestiones indispensables para cumplir con los requisitos establecidos por la federación española de cara a homologar las instalaciones, pero de no llegar antes del inicio de la temporada el campo no pasará la prueba y el Real Oviedo Rugby no podrá disputar en el mismo partidos de categoría nacional.

Si bien lo más urgente son los permisos para las obras inmediatas, previstas para el verano, la intención de Wenceslao López es también firmar cuanto antes la segunda parte del acuerdo correspondiente a la sustitución del césped por uno artificial. La disposición del Principado a asumir la mitad del coste de la nueva instalación es celebrada por parte del regidor socialista, pero quiere tenerla por escrito para evitar que el acuerdo caiga en el olvido de aquí al año próximo.

La segunda parte del trato a dos bandas incluye la asunción de la titularidad de las instalaciones por parte del Ayuntamiento, pero abarca más allá del campo de rugby. Además de la deteriorada instalación, el Consistorio pasaría a responsabilizarse del campo de fútbol del Vallobín, el aparcamiento que da servicio a ambas instalaciones y sus accesos, es decir, todo el complejo deportivo que ahora está en manos del Principado. Una operación que cuenta con el apoyo de los presidentes tanto del Real Oviedo Rugby como del Club Deportivo Vallobín con cuyos presidentes se reunió el Alcalde tras él acuerdo para explicarles el contenido del mismo.

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