Los 110 ancianos desalojados de una residencia de Cerdeño el 25 de marzo a causa de una inundación no saben cuándo podrán regresar al centro ante la falta del visto bueno del funcionamiento de las instalaciones. La gerente del ERA (Establecimientos Residenciales para Ancianos) Graciela Blanco aseguró ayer en comisión parlamentaria que los usuarios volverán "cuando tengamos garantías de que todo está bien" y se pueda hacer un traslado "tranquilo y bien ordenado", pero no señaló ninguna fecha concreta.

Blanco aseguró que el servicio eléctrico del complejo ya ha sido restablecido, que dos de sus tres ascensores funcionan perfectamente (el tercero se probó ayer), y que ya se ha sustituido la maquinaria de la lavandería y los motores de las cámaras frigoríficas. Así, sólo quedaría pendiente la reparación y pintura del sótano, que no es imprescindible para el funcionamiento de la residencia.

A su juicio, la evacuación de los ancianos se hizo de forma "impecable" y respondió a una catástrofe natural como fue el desbordamiento del río Abuli. Además, la gerente atajó las críticas del PP, donde le acusan de haber hecho un "caótico" desalojo y de convertirse en el blanco de las críticas de los familiares de los ancianos afectados. "De las 110 familias, sólo se quejaron dos", afirmó la gerente del ERA en la comisión.

El portavoz de Bienestar Social del Grupo Parlamentario popular, Matías Rodríguez Feito, insistió ayer en que el dispositivo de evacuación dejó a los ancianos sin su medicación, que algunos tuvieron que esperar en camilla en la cafetería de la residencia y en que no se informó correctamente a sus familias. "Todos salieron con sus útiles imprescindibles y necesarios, lo que incluye la medicación del día siguiente. El resto lo recibieron en los días sucesivos", contestó la gerente.

El centro anegado pertenece a la red del ERA que gestiona el Principado, por lo que las 110 personas afectadas fueron distribuidas en hogares similares del municipio como Santa Teresa, El Cristo y Fundoma, además de en otros de Siero, Grado, Avilés, Castrillón, Infiesto, Moreda y Belmonte. Sólo algunos fueron a casa de sus familias o personas más próximas.

Los Bomberos de Oviedo, Protección Civil y la Policía Local se coordinaron con los sanitarios para establecer un plan de urgencia. Veinte ambulancias, un par de uvis, furgonetas de Protección Civil y taxis solicitados por el propio centro hicieron cola como pudieron para evitar los ríos y lagunas que se formaron durante unas horas, de 16.30 a 20.30 horas aproximadamente. Algunos salieron por su propio pie acompañados en todo momento por sanitarios o bomberos, y otros abandonaron las instalaciones en camilla o en silla de ruedas. Los vecinos observaron la operación desde sus ventanas e incluso expresaron a gritos su malestar por una inundación que, según ellos, se veía venir de lejos por la falta de limpieza del río Abuli.

Las intensas labores para retirar del sótano los miles de litros de agua que provocaron la inundación concluyeron a los pocos días de la inundación. Desde entonces, los mayores esfuerzos se han centrado en recuperar la energía, para lo que se ha instalado un nuevo cuadro eléctrico en la planta baja del inmueble en vez de en el sótano para evitar problemas. El ERA ya ha contactado con la empresa de ambulancias Transinsa, cuya labor, según Blanco, resultó determinante para que el proceso de evacuación del día 25 culminase con éxito. De hecho, la mayor parte de los técnicos de ambulancias que se encargaron del traslado estaban de descanso y provenían de diversos municipios asturianos.