"Participé en la guerra más dura vivida nunca en Asturias y en el resto de España; una verdadera tragedia con mucho sufrimiento". Nicanor Rozada, nacido en La Paré (San Martín del Rey Aurelio) en el año 1928, se emocionaba ayer al recordar la represión franquista, sus años en la mina y los años de sacrificio que le tocó vivir.

A sus 90 años, era un niño cuando comenzó la contienda, pero sufrió en sus carnes las consecuencias posteriores de unos hechos que ha estudiado exhaustivamente. Rozada, que entró en la mina a los 15 años y acabó dirigiendo la explotación Bienvenida 2 durante más de treinta, hasta que se retiró en 1984, presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA su nuevo libro, "La poesía está en la vida", un volumen de poemas que lejos del deseo de venganza o revancha transmiten paz al lector, tal como manifestó Vicky Fernández, amiga del autor. "Nicanor acaba convirtiendo en poesía la tragedia; le sale el alma noble y su corazón bueno", recalcó Fernández.

"No es fácil salir del fondo de la mina y ponerse a escribir y a publicar", reconoció Rozada, que también estuvo acompañado por Noelia González, representante de la imprenta que ha realizado el libro, y Alberto Polledo, escritor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, quien aseguró que la obra de Rozada es "un canto a la humanidad". Polledo comparó al escritor con Miguel Hernández, al que le une el desgarro de unos textos que a la vez resultan bellos y conmovedores. "Lo que cuento aquí es mi vida; viví momentos de traición, de sangre y de tristeza; no me mueve la venganza, pero sí la necesidad de que se sepa cómo pasaron las cosas". Rozada recordó que en 1944 trabajaba como minero y se juntaba con los compañeros a comer un bocadillo. "Nicanor no odia, recuerda y dice verdades", aseguró Polledo.