El Real Oviedo Rugby teme la marcha atrás del Principado en su compromiso de facilitar los arreglos urgentes en el campo del Naranco. El silencio del gobierno regional, que obligó al Alcalde, el socialista Wenceslao López, a enviar una carta urgiendo al consejero de Cultura a plasmar su compromiso de ceder temporalmente las instalaciones para su reparación, empieza a inquietar a una institución que ya tocaba con los dedos una solución a un problema de muchos años.

El contacto de la administración regional con la entidad es totalmente nulo. "Hace mucho que no quieren saber nada de nosotros", declara el presidente del Real Oviedo Rugby, Francisco Baruque, sorprendido por la falta de sensibilidad del ejecutivo autonómico con las reivindicaciones del equipo para contar con un equipamiento digno.

Las noticias que tiene el club sobre la postura del Principado son sólo las que transmite el propio regidor ovetense durante los encuentros que mantiene con represenantes del club de rugby. "Sabemos que hubo buena sintonía y un acuerdo verbal el 27 de febrero porque nos lo contó el Alcalde", sostiene el presidente.

También saben de boca del propio Alcalde que falta por plasmar el acuerdo en un papel y es eso lo que les genera son mayores dudas. El Real Oviedo Rugby necesita reparar el drenaje y adecentar el césped antes de septiembre para poder homologar el campo, pero no será posible si el Principado no firma antes el permiso para actuar en el terreno de juego. "Se nos echa el tiempo encima", declaran desde el club.

Baruque se muestra muy agradecido con la predisposición reciente del Alcalde, pero no puede decir lo mismo sobre la consejería de Cultura. "Wenceslao López es el que está de verdad implicado en darnos una solución", comenta en referencia al deseo municipal de invertir "ya" 30.000 euros en el nuevo drenaje y adecentamiento del campo".

No sólo preocupa el cumplimiento de "los proyectos urgentes". Entre los temores del equipo está que el Principado se lave las manos en cuanto al acuerdo para dotar la instalación con césped artificial en 2019. La segunda parte del pacto entre administración local y regional consiste en sufragar a medias la nueva superficie y posteriormente ceder la titularidad de todo el complejo deportivo (campo de fútbol de Vallobín incluido) al Ayuntamiento para que se haga cargo de su mantenimiento.

Por su parte, la consejería de Cultura guarda silencio. Este periódico intentó ayer insistentemente, pero sin éxito, conocer la postura del consejero Genaro Alonso y su equipo sobre las exigencias de Wenceslao López para acelerar el proceso. Fuentes de la consejería adujeron cuestiones de agenda para eludir dar una respuesta, aunque sostuvieron que se pronunciarán en los próximos días sobre el tema. Mientras tanto, los miembros del Real Oviedo Rugby cruzan los dedos para que los compromisos adquiridos no se conviertan en promesas incumplidas y que su campo sea al fin un terreno de juego digno.