"Nos han llevado a los tribunales porque decidimos denunciar todos sus tejemanejes, esto es una venganza evidente y no cabe duda de que si ahora retirásemos la denuncia contra el que fue jefe de gabinete de Caunedo, la de la Feria de Muestras se perdería en el olvido". Con estas palabras el concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón, acusó ayer al grupo municipal del PP de utilizar el pleito por presuntas irregularidades en los contratos del stand de Oviedo en la Feria Internacional de Muestras de Asturias ( Fidma) como una herramienta de chantaje.

Rosón no utilizó esa palabra y se negó a aclarar el origen de sus sospechas, pero insistió en que la denuncia de los populares es un intento de "intercambiar cromos" y busca que Somos se retire como acusación particular del caso en el que está acusado el exjefe de gabinete de Caunedo, por falsedad documental en unos contratos de la concesionaria municipal encargada del servicio de informática y la comunicación. La denuncia supone también, añadió, "una artimaña para poner y quitar candidatos de otros partidos".

Según Rosón, el PP ha medido los tiempos para tapar con esta denuncia los casos denunciados por Somos y el "viacrucis judicial" en el que el partido se haya inmerso, donde se suman también la imputación del propio Caunedo en el caso Aquagest, la condena al exjefe de policía Agustín de Luis o el inminente juicio al que fue concejal de urbanismo, Alberto Mortera, citó. Rosón insistió en que las contrataciones, artísticas y técnicas del stand de la Fidma se hicieron conforme a la legalidad, con empresas que el PP también había trabajado.