El de ayer no fue un día alegre en La Corredoria. Los vecinos del barrio ovetense se levantaron por la mañana todavía con el susto en el cuerpo. El fallecimiento de Mario Ramos, un "chaval fenomenal" tras un accidente de moto en Villaviciosa en la tarde del jueves cayó como una losa sobre los numerosos amigos y conocidos de un chico de 25 años "especialmente popular".

El joven soñaba con convertirse en policía. Desde hace tres años era un incondicional de las salidas organizadas por el moto-club Asturguardianes del barrio ovetense, en el que el 70% de los integrantes son agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Su aspiración era prepararse para dejar cuanto antes el grupo del 30% de socios invitados a las rutas organizadas por toda España.

Antes de meterse de lleno en el mundo de las dos ruedas, Ramos lo intentó con el fútbol y su nivel fue más que aceptable. "Era muy bueno jugando y como persona, y pronto lo llevó el Covadonga para jugar en la liga nacional Juvenil", declara el presidente de la Sociedad Deportiva y Cultural de La Corredoria, Alfonso Alonso.

Sin embargo, el barrio le tiraba y tras concienciarse de que no podría vivir del fútbol volvió al equipo de sus amores con muchos de sus amigos. "Congeniaba con todo el mundo y diría que tenía don de gentes", añadió Alonso, emocionado por la pérdida de "un chavalín".

Su dedicación tanto a las pasiones como al trabajo era total. No desaprovechaba la oportunidad de trabajar en los locales de turismo rural de su familia para obtener unos cuartos que empleaba en gran medida en seguir mejorando como motero. Tal era su amor por las dos ruedas que incluso fundó un colectivo denominado CBR (Charlie Bravo Romeo) junto con otros incondicionales de las motos de distintos puntos de España con los que organizaba quedadas.

El jueves había quedado con dos amigos para "rodar". Salieron de Oviedo hacia Villaviciosa por la carretera antigua y, una vez en la localidad maliayesa procedían a pasar por el Alto de la Encrucijada para retornar desde Infiesto. Mario nunca más volvería, dejando "especialmente destrozados" a sus dos acompañantes. "Nadie está libre de algo así, ni siquiera él que era muy responsable y ni siquiera bebía", indicaron fuentes de su entorno.

La capilla ardiente, abierta ayer en el tanatorio Puente Nora de Lugones, al que llegó procedente del Instituto Anatómico forense al mediodía, presentaba un panorama desolador. No había consuelo para familiares, amigos y excompañeros de amigo, profundamente conmocionados por lo sucedido.

El funeral para despedir el cuerpo Mario Ramos, que vivía con sus padres y un hermano también jugador de fútbol, tendrá lugar a partir de las cinco de esta tarde en la iglesia de San Juan Bautista de La Corredoria. Los colegas motoristas del joven quieren brindarle un adiós especial y para ello harán pasillo al féretro y lo escoltarán desde el tanatorio sierense hasta el templo.