La Fundación Ópera de Oviedo ha visto esta semana como la prórroga presupuestaria en Asturias les condenaba por tercer año consecutivo a ver congelada la ayuda que reciben del gobierno regional. Los 110.000 euros se mantienen inalterables desde 2015 y siguen todavía muy lejos de los 240.000 euros de hace nueve años. A diferencia de lo que sucede en la región, la temporada ovetense ha logrado ir recuperando poco a poco la ayuda que recibe del Ministerio de Cultura, pasando de 258.750 euros a 358.750 en el último año y todavía con la esperanza de que unos nuevos presupuestos nacionales le permitan estirar un poco más esa cifra.

El objetivo que se ha impuesto la Ópera de Oviedo es lograr un incremento del 30% de su presupuesto en los próximos tres años. Para lograrlo, tratan de convencer a las tres administraciones para que lleguen, cada una, a la cifra del medio millón de euros.

De momento, sólo el Ayuntamiento se aproxima a esa cifra, con 475.000 euros que tampoco se han movido en los últimos tres años. La de Oviedo es, de hecho, la temporada de ópera nacional que más recibe, porcentualmente, de la administración local. Y, al revés, en el cuadro comparativo con Bilbao, Sevilla, Madrid, Valencia o Barcelona, la de aquí es la temporada con menor sostén autonómico, apenas un 12% frente a una media del 42%, con la salvedad del Palau de les Arts que recibe la práctica totalidad de su financiación de la Generalitat.

Lo que la Ópera de Oviedo quiere reclamara del Principado no es tanto un trato igual al de otros proyectos culturales subvencionados por el dinero público como un trato equitativo. Es decir, que el gobierno regional tenga en cuenta lo que la Ópera de Oviedo aporta a la sociedad y la economía asturiana y que se traduzca en un esfuerzo presupuestario.

Las cifras de las ayudas prorrogadas este año evidencian la diferencia de criterio. Laboral Centro de Arte recibirá 600.000 euros más otros 360.000 de crédito extraordinario para pagar su deuda. Es casi un millón de euros para un centro de arte que contabilizó 298 visitantes el año pasado. Y aunque proyectos como Laboral no sólo se midan por eso, la Ópera de Oviedo, al margen de ensayos, invitados, y gente movilizada en otras actividades, vende unas 20.000 localidades entre entradas sueltas y abonos por temporada.

Al margen del impacto en el PIB y del fuerte impacto que una actividad como la temporada de ópera tiene en las industrias culturales, se ha calculado que por cada euro de ayuda que recibe la temporada, devuelve tres en concepto de impuestos (IVA, IRPF y Seguridad Social).

Aunque la cifra bajará algo este año con el nuevo impuesto sobre el valor añadido, la Ópera de Oviedo calcula que su rentabilidad económica, social y artística está más que probada y puede igualarse, a pesar de las diferencias evidentes, tanto con grandes centros como el Niemeyer que supera el millón de pesetas como con pequeños equipamientos que mantienen una aportación todavía superior a la del ciclo lírico como el Museo de Grandas de Salime (151.191 euros).