"No hace tanto era habitual leer 'continuará' al final de un tebeo masculino y encontrarse con una boda en otro dirigido a mujeres. En los primeros cómics los hombres viajan y ellas se casan. Eso ha ido cambiando". Marika Vila (María del Carmen Vila) reivindicó ayer el papel femenino en las viñetas. Lo hizo en un doble sentido. Abogó por visibilizar el trabajo de las autoras y animó a luchar contra estereotipos trasnochados.

La historietista y licenciada en Humanidades habló en el salón de actos de la Biblioteca del Fontán de la mano de Tribuna Ciudadana. El título de su conferencia fue "Des-okupar el cuerpo: las mujeres en el cómic español" y estuvo arropada por la vicepresidenta de Tribuna, María Luisa Alonso. y por Raquel Lagartos, que la presentó antes de comenzar la ponencia: "Hay muchas formas de luchar por cambiar el mundo y la historieta es una buena trinchera. Todas las personas que disfrutamos leyendo historias estamos en deuda con el trabajo de Marika".

La protagonista del acto adoptó un tono informativo al empezar a hablar. "Buenas noticias. El año pasado por primera vez se leyó un manifiesto público en varios salones de cómic por la falta de presencia femenina. Este año hay mujeres premiadas y el salón de Barcelona ha tenido más actividades de género que nunca". Marika defendió el trabajo de las autoras "para normalizar la presencia femenina en el sector" y señaló la obra gráfica de su compañera de mesa y colega de profesión. Raquel Lagartos, como ejemplo de que los tiempos cambian.

A su juicio, el nacimiento del cómic coincidió con el de una nueva clase trabajadora, pero no reflejó la revolución de las mujeres que había nacido casi al mismo tiempo. "La fealdad y la soltería llegaron entonces a representar el lado negativo de la esencia femenina". En aquella época, hacia la posguerra española, el cuerpo de la mujer se mostraba desde perspectivas masculinas bajo dos premisas principales. Los tebeos iban dirigidos a los niños y se basaban en la segregación por géneros.

Así, la primera revista periódica para niños se llamó "Chicos" y con los restos de papel de la tirada se publicó otra para niñas titulada "Mis Chicas". Mientras en la primera los críos aparecían despeinados y leyendo un cómic. En la segunda las niñas llevaban lazos y no realizaban actividad alguna. Simplemente estaban expuestas.