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La cancerbera del Naranco se llama "Xira"

La perra donada por la Guardia Civil al Centro Asturiano de Oviedo vigila las instalaciones y acompaña a los guardianes del club en su ronda nocturna

Así es Xira la nueva guardiana del Centro Asturiano de Oviedo

Así es Xira la nueva guardiana del Centro Asturiano de Oviedo

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Así es Xira la nueva guardiana del Centro Asturiano de Oviedo Elena Fernández-Pello

"Xira" es negra como la noche, podría guardar las puertas del infierno como su colega Cancerbero pero su destino ha sido trabajar de vigilante en el Naranco. Llegó la semana pasada al Centro Asturiano de Oviedo con el cometido de guardar las instalaciones. Es una hembra de pastor alemán que acaba de entrar en la edad adulta y que ha pasado sus dos primeros años de vida en la Escuela de Adiestramiento de Perros de la Guardia Civil, en Madrid. Ahora, en el Centro Asturiano su trabajo es acompañar y cubrir a los guardias de seguridad cada noche.

"Xira" es juguetona y alegre, es muy joven y rebosa energía. Husmea a la gente, corretea alrededor de ella y se deja acariciar y hacer carantoñas. La Guardia Civil destacó de ella, el día de la entrega, su buen temperamento. Pero "Xira" es también una profesional, entrenada en labores como detectar drogas o explosivos o intervenir en rescates. A su jefe, que en el Centro Asturiano de Oviedo será el vigilante nocturno, le rinde obediencia ciega. Es el único que tiene acceso a la perra y es quien se ocupa de su cuidado; solo excepcionalmente lo harán otros trabajadores del club.

"Xira" trabaja de noche, desde las once hasta las siete de la mañana. El resto del día lo pasa en su perrera, en una jaula amplia, con un dispensador automático de comida y agua, y con cama con moqueta. La casa de "Xira" se limpia a diario y en ella hay hueco, en una jaula contigua, para un futuro compañero.

El presidente del Centro Asturiano, Alfredo Canteli, había solicitado hace unos meses al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo, Luis Germán Avilés, un par de perros para las instalaciones del Naranco. Así fue como llegó "Xira", un ejemplar con una estampa y un carácter admirable, que por lo que parece se ha adaptado perfectamente a su nuevo hogar. Canteli está seguro de que pronto llegará su pareja.

El club del Naranco ha contado tradicionalmente con perros de vigilancia. Durante el día no está permitido el acceso de mascotas y animales a las instalaciones pero por la noche, "Xira" y su jefe se ocupan de que ningún indeseable allane el recinto o cause destrozos en el club de campo.

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