La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LUIS ESMORÍS | Estudiante ovetense, único español en un programa con ejecutivos europeos

"Los altos ejecutivos de las multinacionales son más humanos de lo que parecen"

"Me impactó ver a una ejecutiva afrontar el problema de 19 trabajadores que se quedaban sin empleo"

Luis Esmorís, durante su estancia en Bruselas. LNE

Luis Esmorís Ruiz de Alegría es ovetense, tiene 20 años y estudia ADE bilingüe. Además es árbitro de fútbol en Tercera División y sueña con trabajar en una multinacional y crear, al tiempo, su propia empresa. A principios de esta semana vivió una de las experiencias más intensas de su vida. Es el único español, "y no tenía por qué haber ninguno", matiza, que ha participado en el programa "Leaders-for-a-Day" (en inglés, "Líderes por un día") junto a otros quince estudiantes de diferentes países europeos.

-¿En qué consiste eso de ser líder por un día?

-Es un programa organizado por la Fundación Junior Achievement. Dan becas a dieciséis estudiantes de toda Europa para viajar a Bruselas y vivir una jornada laboral con el líder de una multinacional.

-¿Por qué le seleccionaron a usted?

-En cuarto de la ESO, en el colegio Los Robles, había participado en un proyecto que se llamaba "Miniempresas", que era uno de los requisitos para acceder a esta beca. El otro era un examen de competencias emprendedoras. Me llegó un correo y decidí presentarme. Me preseleccionaron y luego me hicieron una entrevista telefónica, todo esto en inglés.

-¿Cómo fue la experiencia?

-Muy buena. Llegué el domingo a Bruselas y regresé a Oviedo el martes. El mismo domingo asistimos a dos charlas sobre emprendimiento y al día siguiente ya pasé la jornada con el líder que me habían asignado.

-¿Quién era?

-Una alta ejecutiva de la empresa Manpower, de recursos humanos.

-¿Y qué hicieron?

-Lo primero fue una reunión con una multinacional que iba a cerrar su sede en Bruselas.

-Empezaron fuerte.

-Sí. La empresa se traslada a otro país en agosto y ofrecieron a los empleados ese traslado, pero algunos no lo aceptaron y se quedarán en la calle, así que contrataron a la compañía de mi "líder" para que les ayudase a encontrar trabajo.

-¿Y cómo vivió usted en primer persona la dura realidad de la deslocalización?

-Era una situación muy delicada y me gustó mucho ver cómo ella trataba la situación, cómo enfrentaba la situación de diecinueve personas que se iban a quedar sin trabajo.

-¿Hubo más reuniones?

-Sí. Por la tarde asistí a dos citas internas de la empresa: en una se trató un problema con el sistema informático y en otra analizaron cómo abordar la ley de protección de datos.

-¿Qué enseñanza se queda?

-Desde pequeño pensé en montar una empresa, y en los últimos años me decantaba más por trabajar en una multinacional. Ahora veo que es posible trabajar en una empresa y también desarrollar tus propios proyectos. La multinacional te da oportunidades de progresar, de tener aspiraciones y motivación.

-¿Cómo son los altos ejecutivos internacionales?

-Más humanos de lo que parecen. Los vi muy cercanos.

-Usted es árbitro de fútbol; confiese, ¿prefiere trabajar en una multinacional o arbitrar en Liga de Campeones?

-La Champions, sin duda. Mi mayor sueño es el arbitraje y voy a luchar por ello, pero tengo que tener los pies en el suelo. Muy pocos llegan a Primera.

-¿De dónde saca tiempo para estudiar el reglamento de fútbol, para hacer ejercicio y así poder arbitrar y para sacar adelante su carrera universitaria?

-No me gusta estar sin hacer nada. El año pasado estaba en Regional Preferente y me centré mucho en el arbitraje para subir a Tercera. Este año, como sé que no voy a subir a Segunda B a la primera, me he centrado en los estudios y he cogido asignaturas del curso que viene.

Compartir el artículo

stats