"Si alguien está muy borracho a mi lado en una noche de marcha ¿debo ayudarle a vomitar?". Esta fue una de las preguntas que alumnos de un grupo de 150 chavales de tercero de la ESO del colegio Santa María del Naranco le hicieron ayer a una de los médicos de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Marta Sánchez. El centro, conocido popularmente como las Ursulinas, acogió ayer unas jornadas organizadas por el Servicio de Salud del Principado, el HUCA y la Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias, con el objetivo de que los adolescentes sepan qué hacer en caso de sufrir un percance médico, especialmente por intoxicaciones (alcohol, cannabis, cocaína o anfetaminas).

La médico les dejó claro a los chicos que nunca se debe provocar el vómito a una persona intoxicada por riesgo de obstrucción de las vías respiratorias, pero que si el afectado no puede evitarlo "hay que colocarlo en una posición correcta para evacuar".

Los estudiantes conocieron los riesgos de ingerir "bombas de alcohol" como Jägermeister (una bebida con el 35% de alcohol) o absenta (con el 70%), En la lista de daños se incluyen lesiones en el sistema nervioso central, pérdida de memoria, taquicardia, coma e incluso la muerte.

Sánchez explicó que cualquier sustancia que el cuerpo no es capaz de transformar y que produce lesiones o fallecimiento "es una droga". Así, insistió en que "en Urgencias no tenemos antídoto para el alcohol. Eso es un tópico". Los chavales entendieron entonces que el alcohol y el tabaco, aunque son legales, pueden convertirse en verdaderas drogas.

Las jornadas contaron con la intervención de seis profesionales que hablaron de la labor del 112, la prevención de accidentes en los centros educativos, la reanimación cardiopulmonar o las vacunas. Los médicos del servicio de urgencias visitaron la semana pasada el colegio de La Milagrosa y repetirán experiencia próximamente en el Loyola.