La concejala de Infraestructuras, Ana Rivas, ve con buenos ojos la reclamación de la afición del Real Oviedo para mejorar los accesos al Carlos Tartiere e incluso construir un sistema que sustituya a la gran escalera actual que llega al estadio, aunque confiesa que es "difícil" hacerlo.

La edil achaca los defectos constructivos a las decisiones tomadas hace veinte años por el gobierno local capitaneado por Gabino de Lorenzo. "El diseño de los accesos al campo fue un error garrafal y de difícil solución. Ya en su momento, yo, que estaba en el Ayuntamiento, me di cuenta de que era un error tanto la ubicación como la solución constructiva del nuevo Tartiere". A su juicio, la mayor traba para reformar los accesos es la "excesiva" pendiente del terreno, que pone en riesgo respetar la ley de accesibilidad, pese a que se construyan rampas en zigzag.

La reclamación figura entre las peticiones vecinales para las actuaciones a ejecutar a través de los presupuestos participativos de 2019 y ha obtenido una notable respuesta en las redes sociales. El club azul también respeta la reclamación de la afición, pero su directiva prefiere mantenerse al margen para concentrarse en los cinco partidos que restan en la temporada. La petición, firmada por Manuel González, ha recibido el apoyo de la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (Aparo). Su vicepresidente, Jaime Campillo, cree que las escaleras actuales forman parte "del sinfín de barreras arquitectónicas" del complejo deportivo y aboga por crear unas nuevas o reformar las existentes.