El tripartito pretende adjudicar la obra de impermeabilización y mejora de la plaza de los Ferroviarios, en la Losa, nada más que pase la feria de la Ascensión, que volverá a celebrarse en este enclave a mediados de mes. La actuación, que salió a licitación con un presupuesto de 1,9 millones de euros, incluye la sustitución del pavimento rígido actual por otro flexible, así como diversas medidas para evitar las continuas filtraciones de agua a la estación de ferrocarril de la calle Uría, sobre la que se ubica la plaza. Entre ellas, figura la sustitución de todas las farolas que hay en el recinto por una gran torre de iluminación de doce metros de alto, el equivalente a cuatro alturas de un edificio, y dotada con 18 focos. Doce de estas luminarias irán sobre una corona situada a la mayor altura y tendrán 200 vatios de potencia. Otras seis se instalarán por debajo y estarán dotadas de 50 vatios de potencia cada una.
Los técnicos consideran que esta torre cubrirá las necesidades del área que va desde el arco de acceso a las estaciones hasta los edificios del noreste de la plaza, con una superficie total de 5.148 metros cuadrados.
La gran torre se levantará en la zona en la que está la fuente, que ya no tiene agua. Aunque sí el más relevante, no será el único punto de iluminación de la remozada plaza. La zona de 2.814 metros cuadrados que va de la entrada a las estaciones hasta la calle Viaducto Marquina se potenciará con nuevas luminarias instaladas en el arco de acceso a la terminal ferroviaria. En total, está previsto que se pongan once focos. Nueve de ellos tendrán una potencia de 200 vatios y los dos restantes serán de 50 vatios.
Farolas Bailén
En la franja situada entre la entrada a la estación y la zona ajardinada de la margen noroeste se instalarán once nuevas farolas tipo Bailén. El proyecto mantiene los puntos de luz que hay en la calle Viaducto Marquina, aunque mejorando la potencia de los focos ya instalados.
Los estudios que ha sido llevados a cabo en la plaza han detectado gran cantidad de puntos por los que el agua se cuela desde la Losa a la estación de Uría. Así, hay más de ochenta arquetas de alumbrado, abastecimiento, bocas de riego, sumideros, rejillas y farolas que han ido perforando la lámina impermeabilizante. Además, también han dañado gravemente el firme los anclajes al suelo de estructuras instaladas en la plaza para la celebración de ferias u otro tipo de eventos. Sólo la fuente de las inmediaciones del hotel que hay en el recinto ha venido filtrando una media de 11 metros cúbicos al día. El cambio de pavimento para permitir la impermeabilización de la plaza va a llevar consigo una bajada de la rasante, que pasará de 19 a 7 centímetros. No obstante, están previstas medidas para que esta circunstancia no afecte al acceso a los edificios ni a la terminal ferroviaria de la calle Uría.
