El delegado del Gobierno en Asturias y los mandos de la Policía Nacional consideran que mantener la carpa del circo instalado en el aparcamiento del Tartiere el día del partido contra el Lorca -este domingo, 16.00 horas- "es, como mínimo, una imprudencia de seguridad evidente". Según fuentes ligadas al equipo de Mariano Marín, el área de Seguridad Ciudadana de la Policía prepara un informe que será enviado al Ayuntamiento "con la petición de que adopten cuantas medidas sean de su competencia para subsanar las deficiencias de seguridad detectadas y para que cumplan con rigor las normas establecidas por la Liga de Fútbol Profesional". Además, en el caso de que ese informe sea negativo, "se advertirá a las autoridades municipales de cuáles serían los riesgos de hacer caso omiso a los criterios de los funcionarios de la seguridad pública ante un partido de fútbol en el que se espera la asistencia de miles de personas".

Tanto Mariano Marín como los máximos responsables de la Policía Nacional en Asturias sienten "un gran malestar" con el tripartito por autorizar la instalación del circo sin haberlo comunicado oficialmente. Al delegado del Gobierno no le ha gustado nada haberse tenido que enterar a través de este diario de la polémica generada en torno al circo del Tartiere. Esa forma de actuar del Ayuntamiento, según las mismas fuentes, "pone en entredicho la leal colaboración institucional entre administraciones y la obligada coordinación entre las fuerzas de seguridad para garantizar la seguridad en espectáculos deportivos de estas dimensiones".

Las autoridades aseguran que "llueve sobre mojado" y que es la tercera vez que se produce un problema de este tipo con el tripartito. Desde la Delegación del Gobierno se alude a la carpa que se colocó en septiembre de 2015 coincidiendo con el partido España-Eslovaquia y con tres encuentros del Oviedo o al festival de rock celebrado en mayo del año pasado, que coincidió con el Oviedo-Alcorcón. "El Real Oviedo ya no juega en Tercera División. La afluencia de aficionados al campo en los últimos partidos oscila entre las 15.000 y las 18.000 personas, lo que obliga a extremar las medidas de seguridad y a cumplir de forma escrupulosa con los protocolos".

El delegado del Gobierno asegura que no quiere "confrontar" con el Ayuntamiento "sino todo lo contrario". Según fuentes de su departamento, "está dispuesto a colaborar y a cooperar para que los partidos de nuestros dos equipos de fútbol profesional se desarrollen en las máximas condiciones de seguridad".