La Cofradía Doña Gontrodo, la única de España formada sólo por mujeres, celebró ayer su VII Capítulo, y lo hizo rindiendo un reconocimiento a la lucha contra la droga y a la gastronomía asturiana y cántabra, en una espléndida mañana soleada, que contribuyó a dar aún más esplendor al desfile que realizaron por las calles del entorno del casco antiguo.

En este capítulo, las "gontrodas" reconocieron el trabajo del gastrónomo cántabro Zacarías Puente, el de la guisandera ovetense Rosario Fernández, el de los propietarios de la confitería Asturias, que ya van por la cuarta generación, y la lucha contra la drogadicción de Proyecto Hombre.

Pero antes, las integrantes de la Cofradía Doña Gontrodo, acompañadas de los representantes del resto de cofradías que llegaron a Oviedo desde distintos puntos de España y también de Portugal, todos ellos ataviados con sus vistosos y singulares trajes cofrades que los diferencian, desfilaron por las calles de la ciudad.

La jornada cofrade comenzó a las diez de la mañana con un desayuno de recepción a todas las cofradías participantes en una cafetería de la calle Pelayo. Al terminar, sus integrantes desfilaron hasta el monasterio de las Pelayas, acompañados por la Banda de Gaitas "Ciudad de Oviedo", donde realizaron la ya clásica ofrenda floral en la tumba de Doña Gontrodo, la primera abadesa de este cenobio benedictino.

Tras asistir a misa en San Isidoro celebraron el Gran Capítulo en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Su director, Ramón Rodríguez, les dio la bienvenida con humor: "Hoy, día no laborable, actúo no sólo de director, sino también de conserje y bedel, y además lo hago muy a gusto". Después se refirió a que "en esta casa acogemos a las manifestaciones culturales de toda Asturias, y entre ellas están naturalmente las gastronómicas".

María Luisa Llavona, presidenta de las "gontrodas", que forman parte del Consejo Europeo de Cofradías Enogastronómicas, actuó de anfitriona en el acto, en el que se nombró Caballero Honorable al gastrónomo cántabro y Gran Maestre de Honor de la Cofradía de Quesos de Cantabria, Zacarías Puente; Cofrade de Honor a Rosario Fernández, del Bodegón de Teatinos; la Distinción de Honor fue para Ataúlfo Valdés, de la confitería Asturias, asentada en Oviedo desde el año 1946, y Cofrade de Mérito a Proyecto Hombre, y recogió el galardón su director, Luis Manuel Flórez, "Floro". Todos ellos agradecieron el reconocimiento.

María Luisa Llavona agradeció el esfuerzo que realizaron todas las cofradías invitadas para poder estar en este acto, y puso en valor la categoría humana y profesional de los homenajeados.

En su intervención recordó que desde la Unión Europea "se reconoce a Oviedo como una de las ciudades con mejor calidad de vida", y a renglón seguido señaló que "Asturias es una gran despensa que debemos cuidar y también fomentar". Y en esta tarea trabajan incansablemente las "gontrodas".

Y es que Doña Gontrodo es más que una cofradía gastronómica, y ayer lo demostró.