Para conocer la primera propuesta seria de crear un paso aéreo que facilitase el acceso al Carlos Tartiere hay que ir hasta el año 2008, cuando el arquitecto Salvador Pérez Arroyo proyectó la creación de una pasarela acristalada para unir la zona del Talud de La Ería con el estadio.

La apuesta, impulsada por el entonces concejal de Urbanismo Alberto Mortera, incluía la consolidación de los terrenos mediante la construcción de jardines verticales y el aprovechamiento del Talud como equipamiento de usos deportivos o sociales.

Finalmente, Pérez Arroyo fue el encargado de dirigir el proyecto del vivero de empresas construido en la misma zona, pero la apuesta por acabar con el caos a la salida del Carlos Tartiere se esfumó entre las limitaciones presupuestarias provocadas por el inicio de la crisis. Ahora, aquel viejo problema vuelve a la actualidad.