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El Oviedo paró la creación de una pasarela hacia el Tartiere, justifica el tripartito

El Ayuntamiento encargó un proyecto, pero dice que el club dio prioridad a sectorizar el campo

El Oviedo paró la creación de una pasarela hacia el Tartiere, justifica el tripartito

El Ayuntamiento sostiene que el Real Oviedo paralizó un proyecto municipal para conectar la calle Ricardo Vázquez Prada y la tribuna Aramo del Carlos Tartiere hace dos años. El tripartito (Somos, PSOE, IU) encargó la redacción de la actuación a finales de 2015, pero decidió guardarla en un cajón, según fuentes municipales, porque el propio club quiso priorizar la sectorización del campo para cumplir con las exigencias de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Una obra esta última que solamente se ha realizado en la tribuna Aramo, destinada a la afición visitante. Antes, cuando aún era alcalde, también en 2015 pero en febrero, Agustín Iglesias Caunedo (PP) presentó un proyecto para crear dos rampas hacia el estadio en sendos puntos de la calle Ricardo Vázquez Prada.

Con el plan que después se frenaría, el tripartito pretendía descongestionar las escaleras que dan a la tribuna Lángara gracias a un paso elevado. Por aquel entonces, las gradas estaban sin sectorizar, pero las exigencias de la LFP llevaron al club azul, siempre según fuentes municipales, a fijarse como objetivo la división del graderío, todavía hoy pendiente.

La sectorización se limita hasta la fecha a la grada reservada para la hinchada rival, pero hubo mejoras en el césped y actualmente se están realizando obras en la estructura del equipamiento. De las pasarelas no hubo más noticias, pues el Ayuntamiento admite que la sectorización resta eficiencia al proyecto inicial. "El acceso elevado conectaba la calle con la grada visitante y al estar ahora sectorizada, el nuevo paso solo serviría para esta parte del campo", justifican.

A corto plazo, el Ayuntamiento no piensa en una mejora en los accesos. De ahí que un grupo de aficionados, con el respaldo posterior de las peñas, esté pensando el modo de incorporar estas obras a los proyectos a cargo del presupuesto participativo. El ejecutivo local no opina y se remite a las bases de los mismos. Entre las condiciones exigidas para acogerse a este programa se encuentra que el coste de la actuación no supere el tope de los 1,5 millones presupuestados.

El proyecto aparcado del tripartito no fue el primero en plantear la posibilidad de conectar el Tartiere por vía aérea, pues el plan de Iglesias Caunedo incluso figuraba en el programa electoral del PP. Se trataba de construir dos pasarelas. Una de ellas llevaría directamente a la segunda altura de la tribuna Aramo, mientras que la otra iría hasta la misma altura de la tribuna Lángara, mediante unas rampas descendentes en torno a una torre metálica en la que se colocaría un ascensor de gran capacidad pensado para personas con problemas de movilidad.

La apuesta de Caunedo llegó a contar con infografías diseñadas por los técnicos municipales y formaba parte de un paquete de medidas para mejorar el estadio que incluía lámparas de calor en el césped para cuidar la hierba y la construcción de nuevos palcos frente a la tribuna presidencial. "Cualquiera que vaya al estadio conoce perfectamente sus deficiencias y nuestra voluntad era ir subsanándolas", afirma Caunedo, reivindicando la importancia de otros accesos acometidos durante su mandato en la zona como el puente de La Florida o el acondicionamiento de un vial en el entorno del campo Hermanos Llana.

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