Emilio Esteban González (Mieres, 1959), jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), ingresa hoy en la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias como miembro correspondiente. Su discurso de ingreso llevará por título "El cáncer: un acompañante en la evolución de la especie humana". El acto se desarrollará a partir de las 20.00 horas en el Colegio de Médicos de Asturias (plaza de América, Oviedo). En las líneas que siguen, el doctor Esteban reflexiona sobre esta distinción y sobre su profesión.

Nuevo académico. "Recibo este nombramiento de forma inesperada y con la sensación de que hay otros colegas que lo merecen más que yo, sinceramente".

Avances terapéuticos. "Los mayores progresos en los últimos años en lo concerniente al tratamiento sistémico se basan en conocer mejor los tumores por su caracterización molecular-genética, y de esta manera desarrollar fármacos de precisión que se utilizan para un tipo específico de tumores y pacientes. También destaca el desarrollo de la inmunoterapia modificada o modulada. Estos avances están haciendo que los tratamientos sean más eficaces y mejoren las expectativas de supervivencia con una menor toxicidad y mejoría en la calidad de vida".

Sanidad pública y coste de los nuevos tratamientos. "Soy optimista. Vivimos dentro de la Unión Europea. Eso quiere decir que tanto económica como políticamente tenemos resortes para negociar precios y tener presupuestos especiales que no hagan distinción entre comunidades ni países, haciendo posible que los agentes antitumorales o cualquier otro que haya demostrado ser coste-efectivo sean financiados por las sanidades públicas y accesibles a todos los pacientes que reúnan las condiciones e indicaciones".

Despenalizar la eutanasia. "Lo veo como un debate político. Yo soy médico y me atengo a los principios de bioética de la medicina: no maleficencia, es decir, no hacer daño a las personas de forma consciente, tratarlas por igual sin discriminación social, física o psicológica. Aplicar también el principio de beneficencia, que consiste en extremar los beneficios clínicos, hacer el bien y disminuir los riesgos. Y, sobre todo, respetar el principio de autonomía del paciente, respetar su opinión, así como su derecho a ser informado, pero también a no ser informado sin perjudicar a terceras personas".

Terapias del dolor. "Desde la Facultad de Medicina, al menos en Oviedo, y en la asignatura de Patología Tumoral, tratamos de instruir a los alumnos ya en el uso correcto y sin prejuicios de todos los agentes disponibles para el control de los síntomas del dolor. Asturias está bien formada en este capítulo y lo lleva a la práctica gracias, en especial, a las unidades de atención domiciliaria, ejemplo de cómo tiene que atenderse a las personas de forma adecuada y conforme a cada situación".

Cuidados paliativos. "La expresión apropiada para definir estas unidades debería ser 'equipos de atención u hospitalización domiciliaria'. La apuesta segura es desarrollar una medicina fuera de los hospitales con unidades que atiendan a los pacientes en sus hogares cuando sea posible por su tipo de enfermedad y situación. Con ello conseguiremos una medicina más humana, amable y cercana al paciente, y más eficiente. Asturias desarrolla ese potencial y debe seguir apostando por ello. Como jefe del servicio de Oncología Médica del HUCA, trasmito mi agradecimiento a todas las unidades de cuidados domiciliarios del Principado".