"A las once de la mañana, hora de apertura al público del recinto ferial de la Ascensión, en las inmediaciones del antiguo matadero municipal, comenzó a caer un chaparrón que se repetiría rítmicamente durante casi toda la jornada. Una de las escasas novedades de este año es la presencia de dos carpas dedicadas al mar, que, al decir de muchas personas, ´no pegan en esta fiesta dedicada al campo´. Sin embargo, a otros visitantes les atrajeron mucho, dado que el contenido de los puestos es de gran calidad, regidas por el grupo etnográfico Avanti Cuideiru".