"En el cuerpo hay cien veces mas genes microbianos que humanos. La microbiota de cada uno es característica y diferenciada". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Susana Delgado, microbióloga investigadora en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), dentro del programa "Ramón y Cajal".

Susana Delgado explicó que el microbioma intestinal puede considerarse como un órgano más del cuerpo que tiene gran relevancia en la salud y en la enfermedad. "En función del tipo de dieta tenemos unos microorganismos u otros. Los fármacos también afectan a nuestra microbiota intestinal", aseguró la científica, que participó en el ciclo de conferencias "¿Qué sabemos de...?", realizado en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Ángeles Gómez Borrego, delegada institucional del CSIC en Asturias, destacó el brillante currículum de Susana Delgado, que a lo largo de su carrera investigadora se ha especializado en el análisis de microbiota humana, así como en el estudio de disbiosis microbianas y su relación con la dieta y el estado de salud. Es coautora de cinco patentes, varias de ellas licenciadas a empresas, y es además socia fundadora de una spin-off del CSIC.

A lo largo de la charla, la especialista fue explicando que las cavidades y mucosas del cuerpo humano están habitadas ya desde el nacimiento por distintas comunidades de microorganismos. La microbiota intestinal puede pesar hasta dos kilogramos y por cada célula humana hay diez microbios. En la piel, las mucosas, el tracto respiratorio, la vagina o el intestino se puede encontrar una microbiota particular adaptada a las condiciones de cada nicho.

De todos los microorganismos que conviven con el ser humano, a juicio de Delgado, los más interesantes son los que forman la microbiota intestinal. "No sabemos si esa población intestinal es causa o consecuencia de enfermedades como el cáncer de colon o trastornos metabólicos", señaló. "Esa microbiota intestinal es un equilibrio dinámico y puede sufrir modificaciones", añadió Delgado. "Toda la superficie del tracto intestinal se corresponde con el tamaño de una cancha de tenis y su longitud con la de un autobús; los microorganismos son los responsables de que actúe como un órgano", aseveró la científica. Hizo hincapié en el importante papel de la microbiota en las funciones metabólicas que, entre otras cosas, facilitan la digestión de los alimentos, ayudan en la síntesis de algunas vitaminas y a eliminar compuestos tóxicos. Esos microorganismos son necesarios para tener una buena salud. La falta de exposición a agentes bacterianos en las edades tempranas de la vida podría explicar la creciente aparición de disfunciones del sistema inmunológico. De la misma forma que se usa a los microorganismos para producir yogur o queso, los que forman parte de la microbiota no son menos importantes.