La familia socialista fue ayer una piña en el tanatorio de Los Arenales en torno a los de Begoña Pérez, la exconcejala ovetense, pionera en la puesta en marcha de políticas sociales en el municipio en los años ochenta, fallecida el jueves tras más de un mes luchando entre la vida y la muerte en el HUCA por complicaciones surgidas tras una intervención quirúrgica sin riesgo aparente. Su viudo, Rafael Modroño, y sus tres hijos, Paula, Carlos y Lucía, estuvieron todo el día acompañados por los suyos y por una larguísima nómina de políticos del PSOE.

Una de las primeras en llegar para trasladar su pésame a la familia fue la exministra socialista Leire Pajín, que acudió junto a su amiga la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín. Mujeres, como Begoña Pérez, que han destacado en el ámbito de la lucha por la igualdad y la defensa de los derechos sociales para los más desfavorecidos.

La Agrupación Municipal Socialista al completo, encabezada por el alcalde Wenceslao López, también fue una de las primeras en acudir a los Arenales. Allí estuvo también, muy pronto, el secretario de la Federación Socialista Asturias (FSA), Adrián Barbón. Algo más tarde, pasadas las tres de la tarde, acudieron para mostrar su apoyo a la familia de Begoña Pérez el presidente del Principado, Javier Fernández, y el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez.

Por parte del Ejecutivo regional, también había acudido antes el viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez. Casi a la misma hora en la que estuvieron presentes para expresar su pésame el catedrático de Derecho Administrativo y destacado socialista, Leopoldo Tolivar, y el exconcejal Avelino Viejo, uno de los compañeros de aquellas corporaciones de los ochenta en las que Begoña Pérez ocupó la concejalía de Asuntos Sociales.

Entre los amigos y camaradas que se desplazaron al tanatorio destacó el recuerdo de Begoña Pérez como una "mujer buena", siempre dispuesta a ayudar a sus compañeros de partido y también a todos los que se preocupaban de los asuntos sociales. Uno de los comentarios más extendidos fue el de que, independientemente del color político, Begoña Pérez siempre puso su experiencia en estas materias al servicio de todos, tanto en el Ayuntamiento como en el Principado.

La repentina pérdida de la exconcejala socialista llegó tras una intervención quirúrgica sin riesgo aparente. En medios hospitalarios se baraja la hipótesis de que una complicación derivada de la anestesia pudo ser la causa del súbito agravamiento de su estado que, finalmente, le costó la vida.

Otra gran amiga de Begoña Pérez, la fundadora y directora del Festival de Cine y Arquitectura (Ficarq), Ana Muriel, la recordó ayer como "una mujer que deja una gran huella en la ciudad de Oviedo y en sus habitantes". "Su vida", contó Muriel, "la dedicó a proteger a los menos favorecidos, llevándoles ilusión y materializando esos sueños en realidades".