Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Pancho Varona, el hombre que escribió "Pacto entre caballeros" y "La del pirata cojo" para Joaquín Sabina o "No me importa nada" para Luz Casal, sostiene que componer es fácil. "Si sabes hacer crucigramas puedes escribir canciones", asegura, porque de lo que se trata es de ir colocando cada verso y cada sílaba en su casilla musical. Para Varona lo primero es la letra: "Las canciones surgen de un verso brillante". Ayer, en un taller organizado por la Cátedra Leonard Cohen de la Universidad de Oviedo, el músico invitó a los participantes a "jugar con las palabras" y a componer canciones, charló con ellos sobre la mejor manera de hacerlo y le hizo una confesión: "Las mejores canciones me salían en los 90".

Varona afirma que escribir canciones es sencillo, que sean buenas ya es otro cantar: "Tiene que tener una buena letra, una buena música y algo más que nadie sabe qué es". Pero para empezar dice que basta con "saber contar con los dedos, saber tres acordes a la guitarra, perder el pudor e insistir e insistir". También hay que dejarse llevar: "Las canciones están vivas" y "no sabes dónde van a acabar".

Si hay una que roza la perfección, entre todas las que ha escrito, Pancho Varona piensa que es "Ruido". Opina que Joaquín Sabina, con el que lleva trabajando 36 años, es "la persona con más instinto musical que conozco" y confiesa que tiene pendiente un deseo, que es hacerle una canción a Calamaro.