Ramón tuvo su primer restaurante en el muelle de Luarca. De ahí, que cuando abrió el "Restaurante Sidrería-Marisquería Marchica", colgara de sus paredes un bello y gran cuadro de la villa marinera.
Eligió para su ubicación, nada menos que los números 8 y 10 de la calle Doctor Casal, a la vera de la Basílica de San Juan, hasta no hace tanto tiempo, la conocida como Iglesia de San Juan el Real.
Bajo el logotipo del timón rojo, se concentraban más personajes que en una novela de Mariano José de Larra. Intuyo que el Beronia, el buen vino que proporcionaba el fallecido Paco Parrondo, entonces distribuidor de González-Byass, tenía mucho que ver.
Junto al proveedor de vino oficial de la "tertulia Marchica" y representando a las agrupaciones folclóricas, acudía como contertulio Abelardo González Blanco, presidente del grupo avilesino "Sabugo ¡Tente Firme!" desde los años setenta y que ha tenido como imagen visible de su buen quehacer entre otras personalidades al actual Rey Felipe VI y a la Reina Sofía.
También gran amigo de la música y pilar fundamental de la famosa tertulia ovetense, era Modesto González Cobas, abogado, radiofonista, escritor, diputado por el PP y premio "Sardina de Oro". Fue editor del cancionero de Martínez Torner, obra de Aurelio De Llano y la suya propia. Director del programa cultural de referencia en ese momento "La Asturias Popular", emisión en Asturias de Radio Nacional de España (RNE). El sonido de la gaita y el tambor precedían al nombre del programa, para una voz de mujer anunciar después "retazos de nuestra región", ampliando luego la voz masculina que lo presentaba "reseñas de nuestra Asturias un tanto olvidada pero nunca perdida". He ahí la esencia del programa. De esta manera, vecinos de los pueblos asturianos, se convertían en excelentes pregoneros y narradores de costumbres y tradiciones asturianas. Hablaban de la matanza, tal como lo vivieron ellos y lo que les contaban sus abuelos, del aguinaldo, de platos típicos y costumbres gastronómicas, del folklore en zonas de mar y de montaña.
Al también fallecido Modesto, sus compañeros contertulios lo definen como un hombre culto, ameno, divertido y con mucha chispa, que tocaba el violín y la guitarra y que mantuvo una buena y sana amistad con el premio Nobel Severo Ochoa, quien pasearía el nombre de Luarca por el mundo entero. Severo Ochoa y Grande Covián eran cuñados y Modesto contaba a sus contertulios cómo los dos investigadores se habían adaptado al horario de Estados Unidos y a la una ya tenían la costumbre de comer. No en vano, Severo Ochoa obtuvo la nacionalidad estadounidense.
Y así podríamos decir que con correas de amor y cuerdas de cariño, iba "Modes" hilando, trabajando y mostrando su sabiduría y su buen hacer a un jovencísimo Reineiro Álvarez Saavedra, economista, antropólogo y sociólogo que más tarde, en el año 95, llegaría a ser Secretario General del PP en Asturias y portavoz y líder de la mayoría parlamentaria. El economista ovetense conocido como René, estuvo trece años como Secretario General de los populares y nada menos que dieciséis como diputado regional. Ideó a su vez la fundación Melquiades Álvarez, vigente al menos diez años y actualmente compagina su trabajo de empresario con el de escritor de trabajos científicos y de investigación, participando también en varias tertulias de televisión y medios de comunicación.
Representando a la parte femenina, estaba la conocida "Pité" Corominas, cariñoso apodo por el que llamaban sus conocidos a María Teresa. La desaparecida y querida Pité, era junto a su familia, vecina de la ovetense calle Uría y fue concejal socialista en el Ayuntamiento de Oviedo.
Los Fernández-Ladreda estaban representados por una joven Amalia Fernández-Ladreda Aguadé, guapísima mujer que ostentó la presidencia del Movimiento Juvenil Europeísta de Asturias y que desde muy joven, trabajó en diferentes despachos profesionales de asesorías. El destino quiso que entre conversación va, conversación viene sobre Asturias, se fraguara el matrimonio formado por Amalia Fernández-Ladreda y Reineiro Álvarez Saavedra.
Otro pilar fundamental de la tertulia, era sin duda Guillermo Pérez de Castro, conocido como Willy en el mundo de los medios de comunicación. Hombre educado, afable y divertido, comenzó como técnico en Radio Oviedo, donde coincidió con Menchu Álvarez Del Valle, abuela paterna de la Reina Letizia, para pasar luego a la COPE y posteriormente a RNE. Felizmente jubilado, Willy sigue siendo a día de hoy un profesional de referencia en el sector y todo un experto en el cante flamenco. Ocasionalmente acudía su mujer Alicia Herrero, funcionaria salmantina e incansable lectora que iba acompañada de Cristina Balbín, hermana del periodista de Pravia José Luis Balbín y la hermana de Modesto González Cobas.
La afinidad y la complicidad de los contertulios con las ondas de la radio, hizo que también fuera asidua Rita Mari Álvarez, documentalista y profesional de RNE, casada con el que luego fuera alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo.
Luis Riera Posada, colaborador de Valentín Masip Acevedo y alcalde de Oviedo en la primera corporación democrática con UCD, desde 1.979 a 1.983, acudía ocasionalmente a la tertulia. No imaginaba, que a tan sólo unos metros del lugar de reunión de la "tertulia Marchica", en la plaza delante de la Basílica, tendría una estatua que lo representaría sentado en un banco, como esperando a que llegara alguien para charlar. Así lo recuerdo. Curiosamente, su sucesor fue uno de los cuatro hijos que tuvo Valentín Masip con Carmenchu Hidalgo, el entrañable abogado, escritor y ex parlamentario europeo Antonio Masip Hidalgo, poseedor de una biblioteca y de un elenco de amigos, dignos de admiración.
También pasaba por la "tertulia Marchica" Juan Ignacio Priede Llano, alcalde del concejo de Piloña durante cuatro legislaturas por el PSOE, entre 1.983 y 1.999.
Otro alcalde, pero en esta ocasión del PP y de Navia durante casi treinta años, Manuel Bedia Alonso, participaba en la transitada y enriquecedora tertulia de la céntrica calle Doctor Casal.
Luis Arrones Peón, era otro de los contertulios vinculado por su pasión con la música. Crítico musical y perteneciente a la veterana "Asociación Amigos de la Ópera", fue colaborador de los periódicos LA NUEVA ESPAÑA y de La Voz de Asturias. En ellos publicó numerosos trabajos de carácter asturianista sobre costumbre, tradiciones e historia de la región. Tuvo una obra poética destacada, aunque nunca publicada, e inspiró la letra del himno del "Día de América en Asturias" con música de Cristóbal Ruyra. Tiene merecidamente una plaza con su nombre, ubicada en la urbanización de Monte Cerrao.
Y como en toda buena tertulia española que se precie, no podía faltar el cura. En este caso era el cura de Espinaredo, en el concejo de Piloña. Don Demetrio cura cercano, servicial y trabajador, era un párroco carismático y muy querido. Demetrio Peláez Gayo, lideró una de sus parroquias durante más de cuarenta años y a día de hoy, la plaza de la Iglesia de Espinaréu, lleva su nombre. En la placa, bien podría rezar "Con correas de Amor los atraía. Con cuerdas de cariño. Déjate atraer por esas cuerdas. Las que más liberan".
