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El secreto del Vetusta está en la familia

"Hacen un grupo muy bueno", destacan los padres, hermanos y abuelos de los jugadores, que acaban de devolver al filial del Real Oviedo a Segunda B

Hablamos con las familias de los "héroes" del Vetusta: "Sufrimos con ellos y nos alegramos por ellos"

Hablamos con las familias de los "héroes" del Vetusta: "Sufrimos con ellos y nos alegramos por ellos"

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Hablamos con las familias de los "héroes" del Vetusta: "Sufrimos con ellos y nos alegramos por ellos" Lucas Blanco

Pasión, perseverancia, madurez o ilusión. Son sólo algunos de los ingredientes necesarios para que el segundo equipo de un club histórico como el Real Oviedo vuelva 16 años después a militar en la categoría de bronce del fútbol español. Los héroes del Vetusta, como ya les conocen algunos, completaron el domingo una temporada de ensueño al derrotar en el play-off de ascenso al campeón navarro de Tercera, el Multivera, desatando el delirio de un abarrotado Requexón, en el que los que más sufrieron, animaron, rieron y lloraron de emoción fueron los de siempre, la familia. Para analizar esta histórica gesta deportiva de la cantera azul LA NUEVA ESPAÑA logró reunir a familiares de nueve de los protagonistas en una tertulia informal en la que la humildad y la coincidencia generacional salieron a reducir como pilares de un equipo que para los suyos será recordado como un bloque "compacto, alegre y muy comprometido".

Fernández-Rozada reconoce que se emocionó viendo a su nieta de tres años entusiasmada con el éxito cosechado por su tío frente al Multivera. Un sentimiento compartido por José Antonio Martínez Allende "Jama", abuelo de Josín. "Estamos en una burbuja", dice el veterano "incondicional" del Real Oviedo, que alucina viendo a su descendiente desde hace años defendiendo los colores de su "Oviedín". Junto a él estuvo su nuera, Merche Álvarez, a la que se le vinieron a la mente muchos recuerdos. "Se apuntó al coro con tres años, a judo con cuatro, pero el fútbol pudo con todo", indico sobre un chico "muy responsable y organizado" para compatibilizar sus estudios de ingeniero industrial.

Yolanda Álvarez rememora como un pequeño Asier empezó a dar patadas al balón en una caleya. "Yo estaba de maestra en una escuela rural de Tineo y empezó como todos los niños", explica satisfecha de ver al joven "familiar y responsable" triunfar como futbolista.

Para otros como Edu Cortina, subir a Segunda B es el cobro de una deuda pendiente tras un año difícil. "Las dos veces que iba a debutar con el primer equipo se le salió el hombro", indica su padre, Falo Cortina, encantado por lo que considera "un espaldarazo" para el club en el que su hijo, estudiante de cuarto de Derecho, tuvo un papel importante. "Es un chaval muy centrado que sabe lo que hace", desvela.

En el club de los padres orgullosos se sitúa también Francisco Javier Álvarez, minero lavianés retirado, feliz por ver a su vástago celebrar goles históricos tras años de gastar muchas ruedas de coche. "En la etapa de División de Honor conocimos muchos sitios", señala el padre de Viti, un joven "metódico, muy buena persona", mientras Miguel Sánchez, padre de Borja Sánchez, admite haber estado el domingo al borde de las lágrimas. "Los familiares animamos más que nadie", indica el padre de un ovetense de toda la vida, que este año estuvo cedido en el club por el todopoderoso Real Madrid.

El "reservado" Lucas Ahijado fue uno de los grandes protagonistas del partido de vuelta ante el Multivera. Sus padres, Segundo y Estrella disfrutaron de lo lindo viendo que recogía frutos tras tanto sacrificio. "Ni bebe, ni fuma, ni sale y yo era así también", indica el padre, al que un ataque de vértigo impidió ver jugar en el partido de ida disputado en Navarra, mientras su mujer tampoco acudía por compromisos laborales.

El triunfo de Emilio Morilla fue plenamente compartido por su hermano Carlos. "Es un sueño subir y ver que el Real Oviedo está volviendo", comenta el joven de 19 años, jugador del Universidad y admirador de su hermano de 22 al que de alguna manera trata de seguir los pasos, justo al contrario que Jimmy, el centrocampista azul que estudia magisterio como hiciera su padre, profesor en el colegio Los Robles. "Allí en el colegio empezó a jugar", explica sobre un descendiente convertido, como sus compañeros, en el orgullo de la casa y de toda una afición sedienta de triunfos.

El sueño de Morilla

"Es un sueño que demuestra que estamos volviendo". Así explica Carlos Morilla, hermano de Emilio Morilla, cómo viven en casa el ascenso del Vetusta.

Asier, jugador de caleya

"Asier empezó a jugar en las caleyas de Sorriba (Tineo)". Al menos eso asegura su madre, Yolanda, que por aquel entonces era maestra en el colegio del pueblo. Define a su hijo como "familiar, respetuoso y muy buen amigo".

Josín "el inquieto"

"Josín no podía parar", indica su madre, Merche Álvarez, sobre una infancia en la que se apuntó al coro, a judo, natación y tenis, pero a la hora de elegir optó por el fútbol. "Es muy riguroso en sus cuidados", destaca su abuelo "Jama".

El método de Viti

Francisco Javier Álvarez, padre de Viti, califica al jugador del Vetusta como "muy metódico" con su preparación, a la que achaca sus características. "Destaca por la velocidad y el desborde", comenta orgulloso el progenitor.

Borja apunta alto

Miguel Sánchez, padre de Borja Sánchez, destaca la pasión de su hijo por el fútbol. Reconoce que se emocionó tras el ascenso del Oviedo Vetusta y destaca la ambición de su hijo, perteneciente al Real Madrid, de triunfar en Segunda.

Jimmy, "el profesor"

Jimmy quiere seguir los pasos de su padre, el profesor del colegio Los Robles Carlos Suárez, y acabar magisterio. Mientras tanto, disfruta del fútbol defendiendo los colores del Vetusta. "Lo hace con gusto", destaca el progenitor.

Cortina se resarce

"Por fin le sonríe la suerte", declara el padre de Edu Cortina, Falo, todavía emocionado por el ascenso del Vetusta después de una temporada en la que a su hijo se le salió el hombro las dos veces que iba a debutar con el primer equipo.

Lucas, "el callado"

"Es muy reservado y no suele exteriorizar", coinciden Segundo y Estrella, padres de Lucas para explicar la "euforia interna" de su hijo tras lograr el ascenso.

La pasión de Rozada

"Javi es apasionado y ganador y sabe transmitirlo al equipo", destaca Isidro Fernández-Rozada, exdirigente del PP asturiano y padre del entrenador del Vetusta, que al igual que el resto de la familia animó y se emocionó con el ascenso.

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