"Los restos de sangre que impregnaron el Santo Sudario de la Catedral de Oviedo son de naturaleza humana y pertenecen al grupo sanguíneo AB, el mismo tipo del analizado en la Sábana Santa de Turín. El descubrimiento lo realizó el hematólogo italiano Carlo Goldoni ampliando 1.200 veces varias fibras de un pequeño fragmento del Sudario de Oviedo. Según el científico, que no hace comentarios sobre las conclusiones extracientíficas de este análisis, la sangre presente en el lino pertenece a una sola persona".