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GABRIEL ORDÁS | Compositor, violinista y pianista

"Con dos años iba a conciertos y cuando escuchaba un error miraba a mi padre"

"Oviedo es un pequeño paraíso musical, me siento muy afortunado de vivir aquí, pero en el futuro me gustaría estudiar en Estados Unidos"

"Con dos años iba a conciertos y cuando escuchaba un error miraba a mi padre"

Gabriel Ordás (Oviedo, 1999), vive entre música desde que nació y es hoy una de las jóvenes promesas de la composición española. En su caso se juntan un talento innato y la fortuna de contar con una familia que siempre lo ha fomentado. Cuenta que con un año ya bailaba al son de la Obertura de Guillermo Tel, de Rossini, y que con dos lloró al escuchar el Adagio de Albinoni. A los seis años empezó a estudiar violín y a los trece piano, instrumento que llevaba manejando de forma autodidacta desde los tres. También compone. El coro y la orquesta de la Universidad de Oviedo, dirigidos por Joaquín Valdeón y Pedro Ordieres, respectivamente, estrenaron en la Catedral de Oviedo el Stabat Mater speciosa compuesto por él.

La música, presente desde el primer momento. "Estudie Primaria en el Baudilio Arce; la ESO en el doctor Fleming y el bachillerato artístico en el instituto Aramo. El grado elemental lo hice en la Escuela Municipal de Música y el medio en el Conservatorio de Oviedo. Comencé a estudiar violín a los 6 años con Gayane Pogosova. Una tía mía tocaba y me acuerdo que con tres años la veía ensayar y me llamaba la atención. En mis casa siempre se escucho música clásica, mucho Mozart y Bach. Natalia, mi hermana hace primero de grado medio de piano y en casa siempre se ha fomentado la música. Mis padres, Mariano Ordás Y Yolanda Fernández, me llevaron a conciertos desde muy pequeño. Siempre estaba en primera fila; entraba en la sala y veía los contrabajos allí colocados y me llamaban mucho la atención. Yo iba con toda la tranquilidad del mundo. Mi padre cuenta que cuando alguien cometía un error o aplaudía entre movimientos me daba cuenta y le miraba a él, como buscando respuesta. Para mi aquello era lo más parecido a ir a Disneylandia. Poder disfrutar de un orquesta en directo es un auténtico lujo. En Oviedo tenemos una suerte enorme de contar con una programación extraordinaria".

Bach en el vientre materno. "Cuando estaba en la barriga de mi madre me ponían a Bach, tal vez eso haya tenido que ver en mi vocación musical. Ahora , tras este año tan productivo y feliz he tenido muchísimos encargos, entre ellos el Stabat Mater que se hizo en la Catedral y el estreno de la Ospa con Milanov, que fue una experiencia maravillosa. Estuve unos meses dedicándome a la música camerística y fue una gran experiencia. Entre mis planes inmediatos el próximo 19 de julio tengo un pequeño estreno en Madrid con una obra que he escrito para una compañera que debe pasar una prueba muy importante".

El violín, la primera pasión. "Terminé grado medio de violín y ahora estoy con Alev Chistyakov, uno de los Virtuosos de Moscú, haciendo el superior. Empecé a componer a los siete años y a los once, en vista de las ganas que tenía de rellenar los pentagramas en blanco, me pusieron en contacto con Fernando Agüeria Cueva, director del conservatorio de Oviedo, que me enseño armonía, contrapunto y fuga. Lo que resultaba difícil de entender era esa pasión desbordante que sentía por escribir música. A los siete años, cuando componía 'de juguete' mi música sonaba a barroco y empece a descubrir a Bach. Mi profesora me regalo una gran bolsa de partituras de Bach y me cambio la norma; comencé a ver la música de otro modo. La música contemporánea también me interesa. Fernando Agüeria me introdujo en ella. Fue extraño encontrarme con ese abismo de posibilidades y fui tomando conciencia".

Con estilo propio. "Como decía Debussy 'yo no soy impresionista'?Estoy a favor de la expresión, tal vez sea un neo expresionista. Cuando te metes en este mundo aprendes a escuchar de otro modo. La música es como la comida, todo va en función de lo que estés habituado a oír. Hay obras cumbre que siempre los serán como la Novena de Beethoven, la Pasión según San Mateo de Bach y dos o tres mas. Pero no debemos perder de vista que a día de hoy se siguen componiendo obras cumbres que nosotros no llegaremos a saber que lo son".

Dirigir una orquesta, otro reto en el horizonte. "Dirigir me encantaría, ojalá. Es el camino natural en una carrera como la mía. También continúo en la interpretación con la misma alegría de siempre. Ahora termino grado medio de piano con Francisco Jaime Pantín, que es de lo mejor que tenemos y voy a hacer la prueba para pasar al superior. No suelo utilizar el piano ni otro instrumentos para componer. Lo hago con la cabeza y luego compruebo con el piano".

Formarse fuera de Asturias. "En un futuro sí contemplo irme fuera de Asturias para ampliar mi formación. Me apetece más América que Europa. Allí se apoya mucho el desarrollo personal y eso me interesa. Oviedo es un pequeño paraíso musical. No escucho mucha música pop o ligera, pero si tuviera que elegir me quedaría con el buen jazz". También estoy estudiando con Manuel Martínez Burgos, uno de los grandes compositores en activo que tenemos en España".

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