"La historia de la creación musical siempre se ha narrado de espaldas a la mujer y, aunque hemos dado pasos de gigante, aún queda mucho por hacer". De ese modo se expresó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la pamplonesa Teresa Catalán, catedrática de Composición e Instrumentación del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y compositora y ganadora del Premio Nacional de la Música en 2017.

Catalán fue presentada por María Encina Cortizo, catedrática de Música de la Universidad de Oviedo, que destacó su brillante trayectoria y sus estudios musicales en el Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona, donde se formó con maestros como Fernando Remacha, Luis Morondo, Juan Eraso, Luis Taberna y Pilar Bayona, y donde se tituló en Piano y Composición. Virginia Gil Torrijos, directiva de Tribuna Ciudadana, también incidió en la figura de Catalán como ejemplo de mujer luchadora que, tal como ella misma reveló, ha vivido el rechazo en primera persona. "Las mujeres de hoy somos transgresoras", dijo la compositora, que fue alumna de los cursos de Sociología y Estética impartidos por Ramón Barce y en los de Técnicas de Composición Contemporánea de Agustín González Acilu entre 1983 y 1986. También asistió a cursos de perfeccionamiento en la Accademia Musicale Chigiana de Siena (Italia).

La charla, titulada "La mujer en la creación musical", pertenece al ciclo "Mujeres en vanguardia", organizado por Tribuna Ciudadana. "La música no tiene lenguaje hablado, es un mundo. De esta complejidad que atisbamos ha sido excluida la mujer durante siglos", recalcó Teresa Catalán. La catedrática abogó por un arte comprometido. "El compositor debe asumir una actitud ética, su grado de compromiso debe ser real; el creador debe ser ético, consciente y generoso", señaló. "La aportación femenina ha sido y es imprescindible", remarcó.