El joven de diecisiete años que cayó desde un sexto piso al patio de luces del edificio en el que reside -en el número 34 de la calle Valentín Masip- permanece en el hospital con lesiones graves derivadas del fuerte impacto, pero su vida no corre peligro. Al menos eso sostiene uno de su familiares, que ayer atendió a este diario para explicar que el menor "no tiene ningún órgano dañado y tampoco la cabeza". Según afirma su entorno, "creemos que ha tenido mucha suerte".

El accidente se produjo el jueves alrededor de las ocho de la tarde. El menor estaba intentando acceder desde el descansillo de las escaleras a su casa por una ventana que se encontraba abierta y perdió el equilibrio. Según pudo saber este diario, se había olvidado las llaves. "Estaba con un amigo. Al caer trató de agarrarse al tendal de su propia casa, pero se rompió y se fue al suelo desde casi veinte metros de altura. Es casi un milagro que haya sobrevivido", explica una mujer que reside en el mismo edificio y que prefiere mantenerse en el anonimato.

Otro vecino del inmueble precisa que el joven y su familia son de origen colombiano y que no llevan más de un mes residiendo en el sexto piso del edificio. "Están alquilados y por eso aún no les conocemos mucho, pero el chaval es muy agradable y siempre saluda con mucha gracia cuando me lo cruzo en el portal. Me alegro mucho de que esté vivo y espero que se recupere cuanto antes de las lesiones", dice. A pesar de que no se teme por su vida, fuentes sanitarias aseguran que el menor va a tardar tiempo en recuperarse. "Hay que tener en cuenta que el golpe fue muy fuerte", explican.