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JAVIER LABRADA DE DIEGO | Presidente de la asociación "drone4students" de la universidad de oviedo y crítico musical

"Los drones tendrán muchas aplicaciones que están por definir"

"Fui un niño con muchas aficiones; desde pequeño tuve fijación por conocer la historia de los imperios antiguos, sobre todo de Egipto y de Roma"

"Los drones tendrán muchas aplicaciones que están por definir"

Javier Labrada (Oviedo, 1996), licenciado en Ingeniería Náutica y presidente de la asociación "Drone4Students" de la Universidad de Oviedo y crítico musical, está convencido de que los drones darán mucho juego en el futuro.

Alumno de las Dominicas. "Hasta segundo de primaria estudié en el colegio público de La Corredoria pero la verdad es que conservo pocos recuerdos de aquella etapa y casi ningún amigo. Era muy pequeño. Después me matricularon en el colegio de las Dominicas y allí ya estuve hasta que terminé el bachiller. Tampoco noté apenas el cambio. Estuve muy contento todos esos años en el colegio y me alegro mucho de haber estudiado allí. Todo estaba muy bien organizado con una magnífica estructura, que es lo que en su momento buscaban mis padres. Hice la PAU y salió bastante bien. Tampoco soy de dieces, tengo de media un ocho. Quería estudiar Ingeniería Náutica en Gijón y entré sin problemas. Reconozco que siempre tuve muchas aficiones. De pequeño era mas friki que ahora, era terrible. En tercero y cuarto de primaria recuerdo pasarme los recreos leyendo novela de cualquier género".

Enamorado de la cultura clásica. "En la ESO me dio por leer a los clásicos griegos: La Iliada y La Odisea. Me encanta la cultura clásica y desde pequeño tuve fijación por conocer la historia de los imperios antiguos, sobre todo Egipto y Roma. Una de las mejores experiencias del colegio fue el intercambio que hicimos en cuarto de la ESO a Londres, a uno de los colegios mas prestigiosos de Inglaterra. En primero de Bachillerato ya empecé a salir con los amigos y me cambio un poco el chip".

El niño que adoraba los barcos. "Siempre tuve claro que quería hacer Náutica. Los barcos siempre me gustaron mucho y la verdad es que no sé de dónde me viene esa afición. Cuando tenía cinco o seis años mi película favorita era "Titanic". Al final hice la carrera en Gijón y la próxima semana presento el trabajo final (TFG). El proyecto es un catamarán, un vehículo marítimo que permite inspeccionar infraestructuras portuarias. El barco existe, está hecho en fibra de vidrio y lleva toda la electrónica a bordo. Espero sacar una buena nota".

Un futuro diverso. "La verdad es que llegas a la carrera con esa imagen idealizada del mundo marítimo y luego ves que la realidad es distinta a lo que tú pensabas. Hoy se contrata a tripulaciones de países que no son europeos y se rebajan las condiciones. Además, a eso se une que los barcos cada vez están más automatizados y necesitan menos gente. Así que, como otra de mis pasiones es la tecnología y me quiero dedicar al mundo marítimo, decidí empezar Ingeniería Electrónica en la Escuela Politécnica de Gijón. Estoy en segundo. También monté un dron en casa. En las jornadas de drones que hicimos en la Universidad surgió la idea de fundar una asociación y cuando se marchó el anterior presidente me quedé yo en el cargo. Organizamos actos y talleres relacionados con el mundo de la tecnología y los drones. También llevamos a cabo proyectos de investigación para buscar aplicaciones a este tipo de vehículos. Se trata de un sector que está por desarrollar".

La tecnología que llega. "Entendiendo drones como tecnología no tripulada, llegaremos a un mundo en el que los barcos mercantes no llevarán tripulación y llevarán drones, esto se ya se hace en aeronáutica. En realidad en los aviones pilotan los instrumentos de vuelo, el piloto se limita a controlar. No hablamos de cosas tan lejanas. Los drones tendrán muchas aplicaciones que están por definir".

Asturias, tierra para emprender. "Todavía no tengo muy claro dónde acabaré. Hay muchas empresas de mi sector en Alemania y Reino Unido. Asturias tampoco es un mal sitio para emprender y montar tu propia empresa. Iré viendo cómo se presentan las cosas. Las tecnologías también te abren muchos horizontes de trabajo".

Un joven crítico musical. "Estudié música desde pequeño, solfeo y piano, en la Escuela municipal d Música de Posada de Llanera. Siempre me gustó y llegó un momento en el que quise profundizar más y me puse a escuchar ópera. La primera fue 'La flauta Mágica' de Mozart. Seguí con zarzuela e instrumental. Empecé a ir a conciertos de clásica y me puse a escribir críticas. En Oviedo estamos en una situación privilegiada, con la segunda mejor temporada de Zarzuela del mundo. Me parece una cuestión crucial que se mantenga. La temporada de ópera también está muy bien y las jornadas de piano, genial. Tenemos dos orquestas sinfónicas.

El entorno del Campoamor. "De Oviedo lo que más me gusta es el teatro Campoamor, un punto neurálgico de la ciudad. Para mí, la esencia de la ciudad va del palacio de la Junta al Campoamor y la Plaza de la Escandalera, es el alma de la ciudad".

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