Los requisitos económicos exigidos por el Ayuntamiento para organizar un fiesta de barrio están poniendo en peligro la celebración de este tipo de eventos en Oviedo. Al menos eso es lo que denuncian las asociaciones que organizan los festejos de verano en el municipio, que consideran "desorbitadas y abusivas" las fianzas que les exige el Consistorio para instalar el recinto ferial y desarrollar las actividades de sus programas. Según sostienen los denunciantes, la presión económica del Ayuntamiento ha provocado que algunas fiestas de menos entidad hayan tenido que suspenderse o estén pendiendo de un hilo. "Con menos de 15.000 euros no te puedes ni plantear el poner en marcha una fiesta", explica Jacobo Campa, que organiza las de La Florida.

Las cuentas son bastante claras: "El Ayuntamiento nos cobra más de 10.000 euros en fianzas, que ya es una auténtica burrada, pero nosotros tenemos que contratar un servicio de limpieza privado para dejar todo el recinto limpio y eso nos cuesta otros 3.000 o 3.500 euros. Después está el canon que hay que pagarle a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por la música, que para cuatro días de fiesta te cobra otros 1.000 euros, y la factura por la ocupación del suelo, que anda por otros 800. Bueno, y también está el agua, que te la cobran a precio de oro y a nosotros nos supone 600 euros más. Eso para empezar a hablar", dice Jacobo Campa.

Fernando Marrón es uno de los organizadores de las fiestas de Vetusta -que comenzaron ayer- y también piensa que las fianzas son abusivas. "A nosotros este año nos han cobrado un total de 10.280 euros, pero es cierto que a eso hay que sumarle otros muchos conceptos. La verdad es que a las asociaciones nos cuesta mucho reunir ese dinero y hay muchas que no van a poder", señala. "Yo defiendo las fianzas y entiendo que el Ayuntamiento vele por el patrimonio municipal y por la limpieza, pero lo que cobran es excesivo", añade.

Lo mismo opina Ramón del Fresno, presidente de la asociación de vecinos y organizador de las fiestas de Montecerrao (del 26 al 31 de julio). "Con esas cargas económicas habrá asociaciones que no puedan hacer sus fiestas, y las que las hagan tendrán que recortar en actuaciones y diversión para los vecinos", afirma. "Nosotros no tenemos ánimo de lucro, hacemos todo esto por los ciudadanos y por la ciudad, pero desde el Ayuntamiento solamente se nos ponen trabas", mantiene.

La asociación que preside Silvia García acaba de organizar las fiestas de La Manjoya, que llevaban más de 25 años sin celebrarse, y se llevó un buen susto a la hora de hacer números. "Cobrar más de 10.000 euros en licencias para una fiesta de barrio es ponérselo muy difícil a las asociaciones. Te cobran por todo y nuestros presupuestos son muy ajustados, hay que tener en cuenta que somos vecinos normales que sólo tratan de organizar una fiesta", subraya García.