"Imagínese que sube a su coche para emprender un viaje y programa su navegador, pero la tecnología le permite no sólo ver el punto exacto en la calle de la ciudad de destino sino también la habitación del hotel en el que se va a alojar e incluso la cama en la que va a descansar". Es la forma más gráfica que tiene de explicar su trabajo el doctor chileno Renato Valdés, toda una referencia mundial que ahora trabaja en Amsterdam y que participa en Oviedo en el congreso de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular. Los estudios de Valdés permiten localizar el ganglio centinela de un tumor cancerígeno, el primer ganglio que se alimenta de las células tumorales y a partir del cual la enfermedad se extiende por el sistema linfático. Gracias a sus investigaciones, el cirujano puede evitar la extracción de toda la cadena de ganglios de una zona determinada, cuello, axila o pelvis y centrarse en el punto exacto para evitar la extensión del cáncer.

Valdés y su compañero de investigación, el doctor Sergi Vidal-Sicart, del Hospital Clinic de Barcelona, ofrecieron ayer una ponencia sobre esta técnica de localización del ganglio centinela incorporando técnicas de medicina nuclear y apuntaron que "ya se está utilizando en cáncer de mama, de piel y en otros tumores sólidos como los ginecológicos o los urológicos". Esto permite, explica Vidal, "no tener que extraer gran parte de la masa pélvica, por ejemplo". Esa localización del ganglio centinela la hacen a través de gamagrafías "que permiten observar el drenaje desde el tumor primario".

Detectar ese ganglio linfático por el que se extiende el cáncer debajo de la mandíbula "es un reto muy grande debido a la poca distancia que suele haber entre el tumor y los ganglios" pero permite "que el cirujano pueda extraerlo a través de una cirugía mínimamente invasiva que evita sacar todo el cuello". La técnica también tiene consecuencias positivas en el laboratorio ya que el patólogo no se ve obligado a analizar toda una cadena de ganglios. "Antes, al patólogo le llegaban cincuenta ganglios y los cortaba por la mitad para ver cuál era el que contenía células cancerígenas, ahora le puedes enviar tres ganglios y puede analizarlos en más profundidad con lo que puede hacer caracterizaciones moleculares y detectar subtipos de cáncer lo que permite también fijar el tipo de terapia más adecuada para cada uno de esos subtipos".

La medicina nuclear y molecular, aliadas con las nuevas tecnologías para avanzar en la lucha contra el cáncer.