El periodista Carlos Fuente (Oviedo, 1959) ha sido pionero en unir las disciplinas de comunicación y protocolo. Este mismo año, el Instituto para la Excelencia Profesional le concedió la "Estrella de Oro" como distinción por su compromiso con la excelencia en el sector del Protocolo y la Organización de Eventos. Fuente fundó y dirige actualmente el International School of Events Management and Communication (ISEMCO), además de un máster en Protocolo que se imparte en Asturias. En su etapa de periodista en Asturias, Fuente trabajó en LA NUEVA ESPAÑA.

Infancia y adolescencia entre Vallobín y Pumarín. "Hasta los 7 años viví en el barrio de Vallobín, en las casas de la Renfe, ya que mi padre era ferroviario. Después nos trasladamos a la calle Manuel de Falla, en Pumarín, donde mi madre, que era maestra, tenía su escuela. Empecé a trabajar a los 9 años en el quiosco de la antigua estación de Alsa. Estaba allí todos los veranos, y así, entre revistas y periódicos, empecé a aficionarme al mundo del periodismo. De aquella no había tecnología. Somos diez hermanos y me sentía muy orgulloso de llevar a casa lo poco que ganaba".

Entre el Loyola y el Seminario. "Desde los 9 años estudié en el colegio Loyola, donde hice hasta sexto de Bachiller. Estrené el COU en el Seminario de Oviedo, en 1974. Fue toda una novedad. Venían chicas a las clases por primera vez. También hice el primer año de Ciencias Teológicas. Procedo de una educación religiosa potente. Fui monaguillo y monitor de campamentos y pensé que tenía vocación de sacerdote. Me quedé interno en el Seminario. Tenía una habitación para mí solo, algo importante tras compartir cuarto con otros tres hermanos. A los pocos meses me nombraron director de la revista 'Informe 30', que daba noticias internas del Seminario. Conocí a personajes como José Vélez. Además Ismael, mi hermano mayor, era periodista, trabajaba en 'Pueblo' y en 'El País'. También fue periodista mi hermano Juan Luis. Convencí a mis padres de que el Seminario no me gustaba y me permitieron irme a Madrid a estudiar. Combinaba las clases y los exámenes con el trabajo en Oviedo. Mi juventud estuvo muy asociada al trabajo y al estudio. Cuando acabé la carrera me casé por primera vez y tuve una niña, mi hija mayor, que está a punto de hacerme abuelo".

Recorrido por los medios de comunicación regionales. "Entré en 'Asturias Diario' en octubre de 1978. En 1979 entré en 'Región' y en 1982 en 'La Voz de Asturias', donde estuve tres meses. En febrero de 1983 empecé en LA NUEVA ESPAÑA, donde permanecí hasta julio de 1985. Entonces me presenté a las oposiciones de Protocolo y Prensa del Ayuntamiento de Oviedo. A los pocos meses se jubiló el jefe de Protocolo y se fusionaron ambos servicios de comunicación. Descubrí el mundo del protocolo, que empezó a gustarme mucho. Era alcalde Antonio Masip y le pedí refuerzos porque no podía con todo. Estuve hasta 1990. Entonces me fui con el presidente Pedro de Silva como jefe de Protocolo del Principado. Yo quería conocer muy bien el mundo institucional y fue una gran oportunidad. Luego estuve un año en el Parlamento regional, como jefe de gabinete de Ovidio Sánchez".

Con la vista puesta en Madrid. "En 1996 decidí marcharme de Asturias para crear un centro de formación de protocolo, organización de eventos y comunicación corporativa que fue pionero en España. Desde 1981 hasta 2013 estuve colaborando en la organización de los premios 'Princesa de Asturias' y durante 17 años dirigiendo el protocolo de los galardones. Me dedico a la formación pero nunca dejé de trabajar en comunicación, protocolo y organización de eventos. Tenía 38 años cuando me fui a Madrid. Los primeros tiempos fueron duros, pero creo que siempre se está a tiempo de empezar de nuevo. Además estuve arropado por socios y gente muy conocida. Era la primera escuela que se ponía en marcha en España y con ella empezaba a germinar lo que en 2010 se convertiría en un grado oficial universitario".

Más que alfombras y oropeles. "La gente piensa que el protocolo y la organización de actos es algo así como poner una alfombra roja al Rey, y estamos hablando de un sector que representa el 10% del PIB mundial. En España se está empezando. La industria de los eventos empezó a brotar a partir de 1992, con las Olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla y la capitalidad cultural de Madrid".

Nuevo impulso después de la crisis. "Las cosas volvieron a resurgir después de la crisis y llevamos tres años de nuevo impulso, aunque sin llegar aún a los niveles de actividad anterior. He publicado quince libros relacionados con el protocolo. El último de ellos es del año pasado y se titula 'Protocolo para actos oficiales'. En él se aborda no sólo la normativa aplicable al protocolo para actos oficiales, sino que se incorpora esa parte que habitualmente no suele tratarse en detalle acerca de la organización de un acto oficial. Es un manual de lectura fácil y sencilla, plenamente actualizado y sobre todo muy práctico".

Asturias, la casa a la que siempre vuelve. "Me encuentro muy feliz en Madrid, pero cuando vuelvo a Asturias siento que regreso a casa. La mayor parte de mi familia está aquí. Ahora me resulta más complicado poder venir por varios días, pero siempre que puedo aprovecho. Y aunque soy nacido y criado en Oviedo, por encima de todo me siento muy asturiano. A esa idea global de Asturias contribuyó mucho mi trabajo en LA NUEVA ESPAÑA, con ese magnífico periodismo pegado al terreno y tantos reportajes hechos por la geografía del Principado".