Un éxito rotundo. Así califican los organizadores el congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular que ayer se clausuró en Oviedo. Más de 500 profesionales procedentes de toda España y algunos de otros países asistieron a las 32 ponencias que durante el jueves y el viernes se pudieron escuchar en el Palacio de Congresos de Buenavista. El simposio se desarrolló de manera simultánea en cuatro salas del edificio diseñado por Santiago Calatrava.

El presidente del comité organizador, Francisco Manuel González, responsable del servicio de medicina nuclear del HUCA, destacó que a la cita ovetense "han acudido las tres cuartas partes de los profesionales que forman parte de la Sociedad Española de Medicina Nuclear". Todo un éxito teniendo en cuenta que es la primera vez que Oviedo acoge una cita de este tipo, salvo un congreso celebrado hace 43 años cuando ni siquiera existía como tal el departamento de medicina nuclear.

González subrayó también la "altísima calidad" de la mayor parte de las ponencias con líderes nacionales e internacionales en sus disciplinas, como el caso de Renato Valdés, experto en la detección del ganglio centinela. González hizo esta apreciación como presidente del comité organizador, pero también a nivel personal. Cordobés llegado a Asturias hace una década y habitual de congresos médicos, confesó que "ha habido ponencias de un nivel que no había visto nunca". "Aquí está la vanguardia de la medicina nuclear", insistió. El doctor quiso agradecer la tarea de los distintos grupos de trabajo que han colaborado en la elaboración del programa, "la elección de las ponencias ha sido muy acertada", dijo.

Los asistentes a las citas profesionales también tuvieron la ocasión de disfrutar de la ciudad y de otro tipo de actos. Los médicos llegados de otros lugares de España se vieron gratamente sorprendidos ya desde el acto inaugural celebrado el miércoles por la noche en el hotel de la Reconquista. La presencia de la Banda de Gaitas "Ciudad de Oviedo" llamó especialmente la atención de los médicos.

Muchos de ellos aprovecharon los pocos momentos que su actividad profesional les dejó libre para hacer algo de turismo por Oviedo. "Es una ciudad preciosa, tenía buenas referencias y me ha gustado muchísimo pasear un rato por la zona de la Catedral", confesaba el doctor Sergi Vidal, del Hospital Clínic de Barcelona, que ya después de esta visita a Oviedo ya estaba planeando unas vacaciones junto a su familia en la ciudad.