"El ´afrancesado´ paseo del Bombé, espacio que hasta la apertura de los Álamos y calle Uría atraía a grupos de ovetenses que se juntaban para saludarse, se hizo con las piedras de la historia de la ciudad, pues en su construcción se utilizaron materiales procedentes de la capilla y de la puerta del Campo, así como de la muralla medieval que atravesaba la actual plaza Porlier".