La Policía Nacional ha detenido al agente municipal que suministraba uniformes oficiales y material reglamentario del cuerpo a un delincuente que estuvo varios años haciéndose pasar por policía local para cometer robos en viviendas de la ciudad y otras fechorías. El arrestado, que responde a las iniciales J. E. R. B. y tiene 62 años, es un veterano del cuerpo que se encarga de realizar labores de vigilancia y seguridad en el cuartel del Rubín. Hace años que no patrulla por las calles de Oviedo, pero tiene acceso a la red de emisoras internas de la Policía Local y también al material que utilizan los agentes en su día a día. Según pudo saber este diario, el detenido pasó ayer por la mañana a disposición judicial y ha quedado en libertad con cargos a la espera del juicio.

La detención se produjo al mediodía del martes, aunque el arrestado estuvo desde un principio a la cabeza de la lista de sospechosos. Según fuentes conocedoras del caso, el veterano agente habría llegado incluso a confesar su implicación una vez que las evidencias lo pusieron contra las cuerdas. Los investigadores de la Policía Nacional que se encargaron del caso lo consideran un "cooperador necesario" del "policía de ful", al que califican como "un conocido delincuente" de Oviedo y al que se le llegó a intervenir todo tipo de material policial, desde uniformes hasta grilletes pasando por un equipo de transmisión o documentación oficial.

Robos a ancianos

El "policía de ful" -un hombre de 31 años con iniciales B. C. P.- aprovechaba su conexión con los canales oficiales de la Policía Local para localizar los domicilios en los que los agentes prestaban "servicios de tipo humanitario" para perpetrar allí los robos. Según explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Ricardo Fernández, este tipo de asistencias suelen tener como protagonistas a personas mayores que por cualquier circunstancia necesitan a la policía. "Puede ser gente que ha sufrido una caída y tiene que ser trasladada a su casa, personas que se han desorientado... Ese tipo de acciones que hacen los agentes y casi nunca se les valoran lo suficiente", señala el edil. Una vez que el "policía de ful" localizaba las casas de esas personas se personaba en los domicilios con la indumentaria oficial y aprovechaba para cometer los robos en el momento o para "obtener las llaves" y entrar posteriormente en las viviendas seleccionadas "con total impunidad y sin dejar ningún rastro". B. C. P. se encuentra actualmente en prisión acusado de una batería de delitos y los investigadores aún siguen esclareciendo "numerosos hechos delictivos" asociados a su persona.

Las investigaciones para atrapar al agente que está acusado de colaborar con el delincuente dieron comienzo en cuanto el "policía de ful" fue detenido y se le incautó todo el material del cuerpo municipal que utilizaba para sus fechorías. Eso puso en alerta a los miembros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, que pronto sospecharon de la posible existencia de un cómplice que le pudiese estar suministrando al ladrón el material que utilizaba para sus robos. Así, "se estableció un marco de colaboración entre la Policía Nacional y el propio cuerpo de Policía Local, quien permitió la identificación del agente que habría facilitado todas las prendas y efectos", explica la policía a través de un comunicado. "Fue precisamente la estrecha y rápida colaboración entre cuerpos, así como el fluido intercambio de información y el hermetismo guardado en torno a la misma, lo que permitió esclarecer los hechos con rapidez y eficacia", añade el texto.