La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

DAVID MUÑOYERRO | Economista y músico profesional

"No veo la música como un fin, sino como un medio educativo y terapéutico"

El compositor abulense se gana la vida creando temas tanto para películas como para bodas

David Muñohierro, en la Universidad de Bristol. LNE

Exprimir las infinitas posibilidades de la música para poder vivir de la pasión de su vida. Ese es el reto de David Muñoyerro, un abulense de 30 años recién aterrizado en la capital del Principado, empujado por el amor y las posibilidades de un mercado al alza alejado de las grandes capitales. Licenciado en Economía y Graduado en Música en la especialidad de piano, el futuro laboral de este emprendedor pasa por poder vivir de un amplio abanico de actividades que va desde componer temas para cine y televisión a editar libros para niños con necesidades especiales.

Las inquietudes del joven empresario quedan patentes repasando su currículum. A los dos títulos ya mencionados se suma un máster en composición de películas y varios cursos de musicoterapia y educación especial en el plano académico. En el plano laboral, forma parte del grupo "Darío Z", dio clases en un colegio de educación especial de Bristol (Reino Unido) y también impartió clases particulares.

Su apuesta empresarial es clara. "Ofrezco una composición de temas profesional y personalizada", destaca frente a la música precompuesta de las plataformas digitales. De momento, no le va nada mal, pues, además de crear canciones para celebraciones particulares como bodas, cuenta con experiencia en producciones importantes. "He puesto música a un documental de la BBC y a 'Pasajes de vida', una película hispanoargentina", reivindica entre algunos de sus trabajos más destacados.

De todos modos, la visión sobre la música de Muñoyerro trasciende todo los conceptos más convencionales. Sus horizontes son muy amplios y para sus proyectos a largo plazo se basa en una ambiciosa máxima. "No veo la música como un fin, sino como medio educativo y terapéutico", apunta acerca de un modelo de negocio apoyado en tres pilares: "lo lúdico, lo educativo y lo sanitario".

Sus aspiraciones más presentes, aunque todavía lejanas, pasan por crear juegos de mesa relacionando música y ajedrez -otra de sus muchas pasiones-, editar libros para niños con pequeñas dificultades "como, por ejemplo, una niña con un ojo vago" y seguir expandiendo su catálogo de productos "desde regalos de boda hasta vídeos dedicados a amigos".

Todo ello desde una ciudad de la que destaca "su calidad de vida" y en la que halló un gran apoyo para su proyecto a través del espacio municipal de economía colaborativa del Talud de La Ería. "A través de amigos descubrí que la parte emprendedora y nuevas industrias estaba creciendo bastante en esta ciudad", indica, al mismo tiempo que destaca la "relativa cercanía" de la región con Madrid.

Compartir el artículo

stats