Las terrazas de las sidrerías de la calle Gascona ya prosperan, adaptadas a la nueva normativa municipal. Las dos primeras ya están instaladas, y pronto les seguirán algunas más en el popular Bulevar de la Sidra, convertido en uno de los destinos turísticos más visitados de la ciudad. Todas respetarán el paso por las aceras dejando 1,80 metros para la circulación de peatones.

"Cada hostelero presentó al Ayuntamiento su proyecto y al final, sin haberlo pactado previamente, serán todas similares, ya que desde la concejalía de Urbanismo nos pidieron que fueran de estructura metálica y pintadas en colores oscuros", comentó ayer Alberto Rodríguez, que es copropietario de dos de estos establecimientos en la calle.

No obstante, el hostelero considera que la calle quedará un poco descompensada estéticamente, porque en las sidrerías de la parte alta las terrazas no podrán ser fijas, ya que están dentro del cinturón de protección del casco antiguo y deben ajustarse a la normativa de Patrimonio del Principado.

Pero nunca llueve a gusto de todos. Germán Abad, en nombre de la Asociación de Vecinos de Gascona e Indalecio Prieto, sostiene, a través de un comunicado que, "las últimas actuaciones municipales permiten la ampliación descomunal de las terrazas". También censura que la visera de una de ellas se anclara en la fachada del edificio "sin consultar a la comunidad de vecinos". Abad critica también que la calle Gascona se haya convertido "de hecho en propiedad privada de los sidreros".