Flor García recordaba ayer, sentada en una de las mesas del área recreativa del Naranco y compartiendo la comida con la familia, que en los años 50, cuando ella era una niña, subía cada año al monte con sus padres. Ahora se alegra de poder volver a hacerlo con su nieta. En esta ocasión se quejó de cierta confusión con los recorridos y los horarios de los servicios de autobús y coincidió con su marido, José Rodríguez, en que mejorar la comunicación con el centro en transporte público ayudaría a llenar el monte.

Xuacu Rodríguez y Laura Gutiérrez se adelantaron al resto de sus amigos en coche, y de paso subieron la comida. La jira, en su opinión, es una buena iniciativa para dar más valor a "una de las señas de identidad" de Oviedo. Tenían intención de quedarse hasta el concierto de "Los Berrones", pero tuvieron que resignarse a no escucharlos.

Con el Alcalde subieron de jira, caminando desde San Miguel de Lillo hasta la cima, representantes de todos los grupos del gobierno local. La teniente alcalde, Ana Taboada (Somos), se refirió al Naranco como el "monte totémico" de Oviedo y añadió que esta tradición recuperada sirve para "volver la mirada" hacia él. Iván Álvarez, concejal de IU, insistió en la intención de los socios del tripartito municipal de "poner el Naranco en las primeras paginas de los periódicos con estrategias como ésta".