Varias decenas de personas acudieron al bar Jamón, Jamón a última hora de la tarde de ayer (en la foto) como muestra de solidaridad y protesta por la sanción de 3.000 euros y un mes de cierre, que se materializará durante este mes. La indignada clientela no acierta a comprender el castigo, que viene como sanción por servir comida y bebida en la calle. "Creemos que la solución es peatonalizar la calle, pero el Ayuntamiento no nos hace caso", alega el encargado, Saúl Souto, informa Alberto GÁLVEZ