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Teresa Rodríguez Auladén | Empresaria, propietaria de la tienda Argaro

"Soy una gran defensora del pequeño comercio, es el que marca la diferencia"

"Ahora a casi nadie le interesa saber la hilatura que tiene una prenda, se ha perdido aquel aprecio a las cosas bonitas y bien hechas"

Teresa Rodríguez Auladén Miki López

Teresa Rodríguez Auladén nació en Madrid, donde vivió hasta que se casó. A su marido lo destinaron a Asturias y desde entonces se siente parte del Principado y especialmente de Oviedo, donde hace 25 años fundó Argaro, una tienda de moda masculina a la que más tarde seguirían otras, con incursiones también en el mundo de la moda femenina. Ahora, inmersa en la celebración del cuarto de siglo del negocio, Teresa Rodríguez hace un balance positivo de su trayectoria, siempre marcada por un gusto exquisito y una amplia visión empresarial.

La medalla de la bisabuela Teresa. "Mi madre se crió con su abuela, que se llamaba Teresa. Le tenía un gran cariño. Siempre supo que si tenía una niña la llamaría como ella y así fue. Además, nací un 15 de octubre, festividad de Santa Teresa, algo que supuso toda una coincidencia. Nunca olvido llevar colgada la medalla de mi bisabuela, con la fecha de 1913".

El traslado de Madrid a Asturias. "Al que fue mi primer marido le salió una plaza en Avilés. Nos vinimos con la primera hija ya nacida. Al cabo de tres años nació nuestro segundo hijo. En Madrid yo trabajaba como secretaria en la compañía Ferrovial. Al llegar a Asturias nos instalamos en Gijón y al poco tiempo abrí con otra socia una tienda. Más adelante me quedé yo sola en la sociedad".

Apasionada por la moda y los detalles. "Con el paso de los años he ido haciendo una red de clientes y una relación muy estrecha con muchos de ellos. Los padres me traen a los niños para comprarles su primer traje o una corbata. A mí siempre me gustó la moda, me parecía algo divertido e interesante. Por eso no dudé en montar la primera tienda con una socia que ya no está en el negocio. Hace veinte años me decidí a abrir en Gijón. En Oviedo siempre hemos estado en el local en el que se ubicó la sastrería de Santamaría, tío de la cantante Massiel. Tuvimos que pagar un traspaso cuantioso y después hacer una reforma integral que supuso una inversión considerable. Todo mereció la pena. Cuando me separé, mis hijos tenían 11 y 6 años. Fue duro sacarlo todo adelante, pero también me siento muy orgullosa. Tengo unos hijos magníficos. La chica, Arancha de Vicente, es farmacéutica y lleva las tiendas de mujer en Santander, Gijón, Vigo y Oviedo. Mi hijo Alejandro de Vicente, es ingeniero informático y se dedica a la banca en Galicia. Puede decirse que he creado un pequeño imperio de moda que he levantado yo sola. Pienso que en la vida todo tiene su recompensa. Con el paso de los años me volví a casar y ahora estoy inmensamente feliz".

Una lanza a favor del pequeño comercio. "El panorama de la moda en Oviedo es similar al de otras ciudades de España. Casi todas las tiendas importantes han desaparecido. Se ha perdido aquel gusto por las prendas bonitas. A casi nadie le interesa saber la hilatura que tiene una camisa. El ´low cost´ se ha apoderado de todo. Nosotros tenemos la inmensa suerte de estar en un lugar privilegiado y de contar con clientes importantísimos. Todo esto se ha conseguido a costa de mucho sacrificio y esfuerzo. Trabajamos desde el principio con las mismas marcas y dos veces al año vamos a ferias como la de moda masculina de Florencia, que marca la pauta en Europa. Tenemos complementos como sombreros de Panamá o Borsalinos, cosas de mucha categoría. También hemos pasado de clientes que compraban cinco camisas a llevarse dos. La crisis se ha notado. Aun así, yo soy una gran defensora del pequeño comercio, es el que marca la diferencia".

Los básicos del buen armario masculino. "Un señor debe tener una buena camisa azul, un pantalón gris marengo de lana fría, una americana azul o de un cuadro bonito difuminado y unos jerseys rosa, azul claro o marino, además de un buen zapato que siempre debe ir lustroso y brillante. El complemento por excelencia es una buena corbata de seda. En Oviedo todavía quedan hombres muy bien vestidos, y los niños también van muy bien vestidos y muy bien calzados".

Un sueño convertido en realidad. "Mi tienda comenzó siendo un sueño, que con esfuerzo personal se convirtió en un proyecto maravilloso. Los sueños son personales, pero las realidades son producto de un trabajo en equipo. Hace 25 años abrimos las puertas para construir una realidad, con la ayuda de un gran e ilusionado equipo y la confianza de los clientes. Animo a las mujeres a perseguir sus sueños y cumplir sus retos, porque si luchas se alcanzan. Llegar hasta aquí no ha sido fácil, pero lo hemos conseguido, y eso es lo que importa".

El Fontán y las flores. "Mi zona de Oviedo favorita es el Fontán. Me encanta pasar por allí para elegir las flores de la tienda y de casa. Luego me gusta sentarme un rato al sol. Elena Casaprima, la encargada de la tienda de Oviedo, es como mi segunda hija, es el alma de esta tienda.

Teresa Rodríguez Auladén.

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