"En Las Ciudades Invisibles no se encuentran ciudades reconocibles. Son todas inventadas; he dado a cada una un nombre de mujer; el libro consta de capítulos breves, cada uno de los cuales debería servir de punto de partida de una reflexión válida para cualquier ciudad o para la ciudad en general".
Italo Calvino. "Las Ciudades Invisibles"
Oviedo sigue siendo parte de mi infancia. Una infancia donde la vida transcurría entre los vértices de un triángulo formado por el entorno de la Facultad de Geológicas, de Ignacio Álvarez Castelao, la Plaza de la Gesta, con la sede de HC de Joaquín Vaquero Palacios y la Plaza de la Escandalera, presidida por el Termómetro de Vidal Heres. Tres plazas que son al final el espacio público que enriquece el urbanismo de la ciudad y donde se desarrolla la vida de la misma. Tres magníficos edificios. El ágora griega revisada. Una infancia donde la imaginación era una herramienta y un juego diario. Casi una obligación.
Juguemos a imaginar esbozos del Oviedo futuro. La Vestusta de Clarín en su version 4.0, una urbe que aúne tradición y modernidad. Siempre he admirado la facilidad que tienen los japoneses para integrar el pasado y futuro , de una forma tan habitual. Historia y vanguardia. Naturaleza y Tecnología.
Oviedo contiene muchas de las virtudes que Italo Calvino imaginó en sus "Ciudades Invisibles", once lugares a cada uno de las cuales les puso nombre de mujer. Ciudad deseo, ciudad continua. Recuperemos la maravillosa idea de AMA, Asturias Metropolitan Area, una urbe de más de medio millón de habitantes, fácilmente conectada con Madrid y a escasas dos horas de Londres; un hub internacional con el que transportarse a cualquier lugar del mundo [6 horas de New York].
Una ciudad glocal, término que aglutina un pensamiento global y local al mismo tiempo, que no son en absoluto incompatibles, si no todo lo contrario. AMA, Oviedo , Gijón y Avilés en un nuevo triángulo de 30 kilómetros de lado.
Según un estudio publicado por la Organización de la Naciones Unidas [ONU], se calcula que para el año 2050 el 68% de la población mundial vivirá ya en ciudades, lo cual hace prever que cada vez habrá más urbes gigantes.
"Una ciudad puede cambiar en dos años con actuaciones puntuales en lugares concretos". Es lo que Jaime Lerner denomina Acupuntura Urbana. El arquitecto brasileño que fue alcalde de Curitibá, a la que convirtió en una referencia mundial a base de pequeñas y sabias decidiones que hicieron el urbanismo y el día a día de sus ciudadanos mucho más amable.
Ahora que se presentan nuevos espacios de oportunidad, como son la antigua ciudad sanitaria de El Cristo y el maravilloso patrimonio de la Fábrica de Armas en Santullano, es el momento. La oportunidad para la mixcticidad de usos y los edificios híbridos. [Ccon las malas decisiones del auditorio y palacio de congresos se agotaron los errores urbanos]. Future is now.
Jugando a imaginar, pienso en un entorno abierto y cosmopolita, pero que conserve ese ritmo y escala tan manejable. Un ciudad conectada, pero en la que poder desconectar y desconectarse. Oviedo [La Ciudad y la Tierra] amable y peatonal, unida por un transporte rápido y eficaz, con Gijón [La Ciudad y el Agua] y con Avilés [La Ciudad y el Aire]. Un nuevo triángulo equilátero, rico y diverso. Tres ciudades en una.
Imagino por tanto un lugar con vistas al mar, con un polo tecnológico referente y una oferta cultural y gastronómica de ensueño. Un lugar con un urbanismo y unos espacios verdes de los que sentirse orgulloso, con un campus universitario de referencia, donde recuperar los mercados y el pequeño comercio de calidad.
Para los que vivimos lejos pero estrechamente ligados con AMA, es difícil no entenderlo así. Es un privilegio tres lugares tan próximos, tan distintos y complementarios entre sí, que se retroalimentan añadiéndose valor. En estos tiempos de tendencias suicidas al aislamiento irracional y a los ombligos desmesurados, la conexión, la unión, la colaboración, hacen sin duda la fuerza.
Y puestos a pedir, un ayuntamiento al fin gobernado por una mujer. Donde el cambio climático siga permitiendo algunas mañanas de niebla londinense y donde siga siendo posible caminar hasta Camilo de Blas, sin drones de Amazon sirviendo croissants a domicilio.
