La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Enredadera en el cuartel del Rubín

La destitución del jefe de la Policía Local por su presunta relación con la trama corrupta reaviva la guerra interna de mandos y sindicatos - Una parte de la plantilla considera que lo mejor para lavar la imagen del cuerpo es que el próximo comisario "sea alguien de fuera de la casa"

Los agentes de la UDEF tras llevar a cabo el registro en el Ayuntamiento de Oviedo. C. DÍAZ

El estallido de la "operación Enredadera" ha removido los cimientos del cuartel del Rubín. La presunta implicación del jefe de la Policía Local de Oviedo en la trama corrupta de amaño de contratos públicos ligados al área de Seguridad Ciudadana y su destitución fulminante por parte del Alcalde han servido para reavivar la guerra interna que se libra desde hace años en el seno del cuerpo municipal. Sindicatos y mandos policiales han olido sangre tras el cese de José Manuel López y ya han comenzado a jugar sus cartas para ganar posiciones en el escalafón de una plantilla llamada a remodelarse por completo tras un escándalo en el que también resultó detenido el subinspector Fernando Corzo. El Ayuntamiento ha puesto a Luis Manuel García Pena al frente de la Policía, pero esa plaza es provisional y las diferentes facciones -unas afines al comisario destituído y otras radicalmente opuestas a su gestión- ya están moviendo sus fichas.

La reestructuración del cuerpo va a llevarse a cabo de todas todas. Así lo anunció el Alcalde después de hacer público que había "perdido la confianza" en José Manuel López y que su detención en el marco de la "operación Enredadera" ha sido la gota que colma un vaso que estaba rebosante de desencuentros y tiranteces entre el ya exjefe de la Policía Local y el equipo de Gobierno que capitanea el socialista Wenceslao López. Lo que aún no está claro en la plantilla es quién va a ser el encargado de decidir los cambios que se lleven a cabo para reordenar el servicio, aunque la mayoría de los agentes consultados por este diario consideran que Luis Manuel García Pena, por su condición de interino, no va a tener peso en las negociaciones.

En cuanto a la jefatura, el alcalde ya ha adelantado que seguirá en manos de Pena "hasta que vuelva a salir la plaza", pero algunos sindicatos ya se han posicionado a favor de que el nuevo jefe sea "alguien de fuera de la casa" al considerar que un cambio radical al frente de la Policía Local sería lo más adecuado para lavar la imagen de un cuerpo que ha sido salpicado por la polémica en demasiadas ocasiones. Pero el del jefe no va a ser el único cambio. Aunque no lo dijo de forma explícita, el Alcalde dejó entrever que el Ayuntamiento buscará las vías legales para retirar del cargo al subinspector investigado más pronto que tarde, lo que hará girar la ruleta e implicará mejoras para unos y "castigos" para otros.

Eso sí, en la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento (RPT) sólo figura un puesto de comisario principal, que sigue en manos de José Manuel López. No en vano, su destitución es una decisión política no administrativa. Es decir, que el Alcalde le ha retirado de un cargo "de confianza" pero el excomisario aún mantiene su empleo, su categoría y su sueldo. Serán los tribunales los que determinen si hay motivos para retirarle esas atribuciones, pero al ritmo que llevan los juzgados eso puede dilatarse en el tiempo y hacer que el nombramiento del nuevo jefe también se eternice. De hecho, los abogados de José Manuel López aún están a la espera de recibir por escrito la destitución de su cliente y tienen previsto analizarla a fondo para tomar las decisiones que sean necesarias.

Registros y detenciones

La "operación Enredadera" llegó a Oviedo el pasado martes, bien temprano. A eso de las nueve de la mañana, un buen puñado de agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) se presentaron simultáneamente en el Ayuntamiento y en el cuartel del Rubin para poner patas arriba los despachos de los investigados y recopilar información sobre la empresa Aplicaciones Gespol y una serie de firmas afines dedicadas a la comercialización de materiales y sistemas informáticos destinados a la modernización del servicio de la Policía Local, compañías que venden desde radares hasta uniformes policiales pasando por agendas electrónicas o sistemas avanzados de gestión de multas para los agentes.

Este diario ha podido averiguar que uno de los contratos que despertó los recelos de la Policía fue la adquisición de un cinemómetro portátil para el control de la velocidad que el Ayuntamiento adjudicó en enero de 2015 a Integración de Servicios Administrativos, S. L., por un importe cercano a los 30.000 euros. Según la ficha de la empresa, su sede está en la calle San Francisco. Curiosamente en el mismo piso del edificio conocido popularmente como el "Termómetro" en el que en la actualidad hay una consultoría de asesoramiento fiscal, contable y mercantil. Ese fue uno de los registros que realizaron los agentes de la UDEF, que también estuvieron en el servicio de Contrataciones del Ayuntamiento, en el cuartel del Rubín y en el domicilio del jefe de la Policía Local, que reside en Gijón.

Después de llevar toda la mañana encerrado en el cuartel con los investigadores, José Manuel López y Fernando Corzo fueron trasladados a la Comisaría de la Policía Nacional. Algunos testigos presenciales aseguran que el excomisario estaba muy nervioso, que incluso "le temblaban las manos". Y eso a pesar de que, según las mismas fuentes, en todo momento estuvo acompañado por compañeros del cuerpo que se desplazaron a la Comisaría al conocer la noticia, algo que no suele ocurrir con otros detenidos. LA NUEVA ESPAÑA entrevistó a López a la salida y lo cierto es que en ese momento se mostró tranquilo. "He colaborado en todo lo que me han pedido y no tengo ningún miedo porque no tengo nada que ver con todo esto. Me preguntaron si tenía algún tipo de relación con la empresa Gespol, pero yo les dije en todo momento que no", dijo. "Debieron de comprarse aplicaciones de Gespol en esos años para las agendas electrónicas de la Policía (PDA), pero eso fue cuando estaba de jefe Agustín de Luis", añadió. Después dijo que se marchaba de vacaciones.

Compartir el artículo

stats