"La aportación de 200 euros desde España puede resolver la vida de una familia en el Congo". Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la misionera mallorquina Victoria Braquehais, durante una mesa redonda titulada "El Pájaro Azul: creando puente entre Asturias y la República Democrática del Congo".

Braquehais, a quien se conoce como la "supermisionera", dedica su vida a combatir el hambre y la malaria en uno de los países más pobres de África. También gestiona numerosos proyectos educativos y de apoyo a la mujer rural, muchos de ellos realizados en colaboración con la Fundación El Pájaro Azul, que preside Inmaculada González-Carbajal.

"No vale la pena la vida vivida para uno mismo; sólo tiene sentido ayudar a los demás. Nuestra estancia en este planeta es efímera y lo que va a permanecer son nuestras obras de amor", indicó la religiosa, que también se ha volcado en la ayuda a los pigmeos, que están siendo desalojados de sus tierras originarias.

"Tenemos que reconocer que todo ser humano es nuestro hermano, independientemente de dónde haya nacido; dentro de cuarenta años los campamentos de los pigmeos no existirán y debemos combatir el fuerte desarraigo que sufre la población, sobre todo los niños".

Braquehais conoció la fundación a través de Marta Fernández, que fue su profesora en la Facultad de Filología de la Universidad de Mallorca. En 2012 la religiosa envío una carta a la entidad solicitando 1.000 euros para comprar un ordenador y una impresora. "Aquellos 1.000 euros fueron providenciales para mejorar la gestión de nuestra entidad educativa y pudimos ayudar a muchos más niños", asegura la misionera.

Tanto Inmaculada González-Carbajal como Marisa Ponga, concejala de Atención a las Personas del Ayuntamiento de Oviedo, destacaron la labor de Victoria Braquehais.