Parado, mayor de 45 años y en riesgo de exclusión. Es el perfil que Somos ha trazado para las personas que se incorporen al servicio de serenos que la rama de tripartito que comanda Ana Taboada tiene previsto poner en marcha a lo largo del año que viene. Tendría una plantilla de 18 trabajadores, con un presupuesto para el primer ejercicio de 391.000 euros. A los comercios les costaría 15 euros mensuales, mientras que para las comunidades de vecinos serían 2 euros por vivienda cada treinta días. En principio, quedaría implantado en siete zonas: Argañosa, Oviedo Norte, Este, Antiguo, Sur, Pumarín y La Corredoria.

El concejal de Economía y Empleo, Rubén Rosón, presentó ayer los datos clave de un trabajo encargado por el Ayuntamiento a Asata (Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social) que tenía como objetivo estudiar la viabilidad e implantación de un servicio de serenos en Oviedo para 2019. Entre otros datos, el estudio, con un total de 538 encuestas, comprobó que el 82,44% de los comerciantes considera bueno o muy bueno que se ponga en marcha el servicio de serenos, y el 55,12% estaría dispuesto a pagar una parte del servicio.

Según el estudio realizado harían falta unas 18 personas para poner en marcha el programa, que tendría un coste el primer año de 391.000 euros de los cuales 346.000 serían para gastos de personal, y 45.000 euros para alquiler de locales, ropa, o vehículos. El primer año, que será en 2019, según ha indicado el edil de Economía, el Ayuntamiento correrá con todos los gastos. A partir del segundo año habría una cofinanciación del 15%, y en el tercer año aumentaría hasta el 30%.

Según las estimaciones de Asata, en el primer año se adherían al sistema 245 establecimientos, mientras que, ya para el tercer ejercicio habría 630 comercios.

Entre los servicios que ofrecerán los serenos se incluye acompañamiento de vecinos hasta el portal, acudir a la farmacia a buscar medicamentos, vigilar los negocios y avisar ante cualquier problema o, también, facilitar información sobre la ciudad a los turistas, una posibilidad que, contaron en Asata, está funcionando muy bien.