El último estudio sobre la Sábana Santa de Turín, la hermana mayor del Santo Sudario de Oviedo, indica que la mitad de las manchas que presenta la tela son falsas. Según los datos publicados en el "Journal of Forensic Sciences", sólo algunas de las alteraciones del tejido serían compatibles con la posición de un hombre crucificado, mientras que el resto no tienen ninguna justificación, ni sobre el sepulcro ni sobre la cruz.
Los resultados han sido recopilados por los expertos Matteo Borini, de la Universidad de Liverpool, y Luigi Garlaschelli, de la CICAP (Comité Italiano para el Control de las Afirmaciones Pseudocientíficas), a partir de un experimento que ha reconstruido la formación de las sombras que aparecen en el lienzo con ayuda de las técnicas forenses.
“No hemos analizado la sustancia que ha formado las manchas, pero hemos podido verificar cómo podría haberse formado la figura de la Sábana Santa”, aseguró esta semana Borrini a las agencias italianas de noticias. Utilizando de modelo el cuerpo de uno de los autores, de Garlaschelli, crearon una maqueta en 3D de un cuerpo para simular una crucificación con cruces “de diversos tipos de madera y con posiciones diferentes del cuerpo, por ejemplos con los brazos en horizontal y paralelos al suelo”.
Gracias a todas estas pruebas, al igual que en la reconstrucción de la escena de un crimen, los expertos italianos han conseguido recrear todas las manchas posibles, siendo tan sólo la mitad de las que aparecen en la síndone. El resto, como las de las muñecas o las de la región lumbar, no se justifican con ninguna posición del cuerpo, concluyen los autores. "Fueron hechas con un pincel o con un dedo", rematan los investigadores.