La concejala de Atención a las Personas y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Oviedo, Marisa Ponga (Somos), se propone extender el plan municipal contra el absentismo. El pasado curso, como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, participaron en el programa la mitad de los colegios e institutos del concejo, tanto públicos como concertados; se intervino con 140 menores y se consiguió que 53 regresaran a las clases. Ponga afirma que "cada vez más colegios se implican en el plan contra el absentismo" y se plantea la posibilidad de realizar alguna campaña para difundirlo entre los centros.

La comisión de absentismo de Oviedo, en la que trabajan conjuntamente las concejalías de Atención a las Personas y de Educación, se reunirá mañana para evaluar los datos y las actuaciones del último curso. De la comisión forman parte las asociaciones a las que se derivan muchos de los menores y representantes de los centros que participan en el programa.

Vulnerabilidad

Marisa Ponga subraya que el plan contra el absentismo es un recurso para "prevenir y evitar situaciones de vulnerabilidad" y explica que no solo se interviene con los niños y los adolescentes, sino también con las familias. "El absentismo con el que se trabaja está muy pautado, y tiene su origen en el entorno familiar", especifica la concejala. "A través del absentismo, tirando del hilo, se llega a otras situaciones que requieren la intervención de los servicios sociales", añade.

"Ha aumentado la participación en el programa, y somos positivos sobre el futuro", afirma la edil del PSOE, que valora "muy positivamente" la labor que está llevando a cabo en este terreno la plantilla de los servicios sociales municipales.