Los veinte años de antigüedad de la licencia que tiene el Arzobispado de Oviedo para construir un edificio en el martillo de Santa Ana genera escepticismo en Somos. El grupo municipal insta a sus socios de gobierno a estudiar el proyecto de la Iglesia para comprobar si cumple con las normativas actuales en materia de construcción, seguridad, aislamiento, evacuación, incendios o materiales. La primera teniente de Alcalde, Ana Taboada, reconoció ayer "el gesto de generosidad" del Arzobispado al ofrecer el futuro inmueble a las necesidades de la ciudad, pero considera necesario seguir negociando con la Iglesia un espacio municipal -a corto plazo- en el solar existente entre la calle Sana Ana y Canóniga sin matizar el tipo de equipamiento. El concejal de Economía, Rubén Rosón, fue un poco más allá al afirmar que el Ayuntamiento le cobrará a la Iglesia los impuestos locales pertinentes una vez que construya el inmueble en Santa Ana. Es decir. que el gobierno local dejará de tener en cuenta la exención tributaria de la institución católica y le cobrará el IBI, el impuesto de construcciones y obras, el de actividades o el de licencias, entre otros. En realidad, no es algo nuevo porque el tripartito en anunció en enero de este año que elaboraría un inventario con todas las propiedades que el Arzobispado tiene en Oviedo para cobrarle impuestos. Por su parte, IU pedirá una reunión con el Alcalde para conocer los detalles del proyecto del martillo.