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A ras de Uría

El Plan de Movilidad de Oviedo propone una "peatonalización blanda" para la calle principal de la ciudad, con aceras y calzadas a la misma altura

Recreación de la zona de la estación de Renfe, lugar de encuentro de los autobuses. LNE

Mantener alejados los vehículos particulares del centro urbano, promover el uso del transporte público y facilitarles la vida a los peatones son premisas fundamentales del Plan de Movilidad Sostenible de Oviedo, que la Concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente (Somos), se trae entre manos. La "peatonalización blanda" de la calle Uría -y quizás más adelante de Fruela, como apuntó el Alcalde hace unos meses- va en esa línea.

El concejal Ignacio Fernández del Páramo apuesta por "expandir la peatonalización de los 90", que capitaneó el ex alcalde Gabino de Lorenzo. En Uría iría desde la plaza de la Escandalera hasta la Estación del Norte y sería una versión "light", como la de la calle Nueve de Mayo, que es paralela a ella y donde las aceras y la calzada están a un andar y no hay bordillos. Sin ir más lejos, muchas de las calles perpendiculares a Uría están peatonalizadas y algunas siguiendo ese mismo modelo que se propone ahora.

La consultora Vectio, a la que Urbanismo ha encomendado la redacción del anteproyecto del Plan, muestra en las infografías a las que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA y reproducidas en esta página, el aspecto que tendría la calle Uría bajo ese nuevo aspecto. El tráfico de automóviles privados lleva años restringido en Uría a residencias y usuarios de plazas de aparcamiento. El modelo que ahora se plantea no cambiaría el flujo de vehículos, ya que los autobuses, los taxis y las bicicletas seguirían circulando por ella.

Eliminar la diferenciación de alturas entre las aceras y las calzadas facilitara el tránsito peatonal, al ahorrarles ese obstáculo a los ciudadanos con problemas de movilidad o a quienes empujan carritos para niños. Tampoco serían necesarios los semáforos.

Uría se incorporaría así al gran eje peatonal que contempla el anteproyecto del Plan de Movilidad y que conectaría la zona del monte Naranco con el parque de Invierno. Uría formaría una sola unidad, con las estaciones de tren y autobús y la plaza de la Escandalera. Ésta última funcionaría como intercambiador de autobuses y podría desaparecer de ella el aparcamiento subterráneo, una vez extinguida la actual concesión -algo que no ocurrirá hasta septiembre del año 2023-.

La Concejalía de Urbanismo también baraja la posibilidad de convertir el espacio que está delante de la estación ferroviaria, ahora ocupado por una confusa trama de glorietas, pasos de cebra, aparcamientos y una parada de taxis, en un nudo de comunicaciones, en el que bajar del tren y subirse a un autobús que lleve a cualquier zona de la ciudad.

El Plan de Movilidad para Oviedo es por ahora un documento de trabajo para el equipo de Gobierno. La consultora con la que el Ayuntamiento lo ha contratado tenía que entregarlo este pasado viernes, y a partir de ahí se abre un periodo de evaluación.

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