A veces, dejar las comodidades del hogar es complicado, aunque sea para hacer turismo, pero hay opciones que permiten llevar todo aquello que un viajero no puede dejar atrás. La mejor opción para desplazarse con la casa a cuestas es la autocaravana. Por ello, aparcamientos específicos como el que hay en La Corredoria reciben este verano un cúmulo de visitas de autocaravanistas que los utilizan como lugar de paso o como una especie de campamento base para visitar la ciudad y otros puntos de Asturias.

La familia formada por Raúl Corrales, Nagore Goya, sus hijos y el perro que les acompaña estaba a mediodía de ayer con su autocaravana en La Corredoria. "Aprovechamos todos los veranos para hacer algún viaje. Este año nos toca Asturias y siempre paramos en playas y visitamos museos", afirma Raúl Corrales, procedente de Vitoria. De momento, han parado tres días en Gijón y dos en Oviedo, para ver el acuario gijonés, el Museo del Ferrocarril o el Museo Arqueológico de la capital. Su ruta seguirá con el tren minero de Langreo. Dicen que para ellos "es un turismo diferente" ir con la autocaravana, a pesar de los problemas de aparcamiento que sufren en muchas zonas.

Olga Pérez y su familia llegaron a Oviedo en autocaravana dentro de un recorrido por el norte de España. Comenzaron el viaje en Santiago de Compostela e hicieron una parada en Cangas de Onís, donde uno de los niños tuvo "un pequeño accidente" jugando al escondite. "Las aventuras a veces no salen bien", decía Olga Pérez señalando la pierna vendada de su hijo. Su plan era subir hasta Covadonga "por los niños" porque los adultos ya los conocían. Con el imprevisto, han decidido quedarse en Oviedo para ver sus rincones más atractivos.

Otros llegan desde más lejos, por ejemplo de la Bretaña francesa. Es el caso de Jacques y Pascale Calvez. Cargados con bicicletas con motor pensaban "subir todo el Naranco con ellas". Su primera visita fue a los Picos de Europa, donde encontraron "lluvia y mucha bruma". Tienen como meta final Santiago de Compostela, pero antes verán la catedral de Oviedo, Gijón y Avilés. También visitarán "la minas de Langreo".

Aunque por la mañana las caravanas suelen estar estacionadas y sin movimiento, la de Elena Pérez y Herminio Alonso cargaba ayer agua para una travesía muy larga, hasta Noruega. "Estaremos conduciendo hasta que cansemos", decía la mujer. Durante un mes, viajarán parando en Francia y en Alemania, estarán dos semanas en Noruega y volverán. Eso sí, siempre acompañados de sus dos perros. "Son nuestra familia", bromea Herminio Alfonso.

Otro grupo de viajeros, como el de Eva Iglesias, lo forman aquellos que ponen a punto la caravana sin saber el rumbo. "Quedamos de vacaciones y justo estaba limpiando para irnos", cuenta esta ovetense. Con su pareja, ambos de La Corredoria, prefiere "improvisar sus viajes en caravana", aunque suele aprovechar el buen tiempo para ir a las playas.