La Junta de Gobierno de ayer fue tormentosa. La contratación del seguro médico privado para los trabajadores municipales que entraron antes de 1993 en el Consistorio fue motivo de fricción y de enfrentamiento entre el edil de Personal, Iván Álvarez (IU), favorable a la renovación de la póliza para evitar el riesgo de que los empleados se queden sin cobertura, y el de Economía, Rubén Rosón (Somos), contrario al seguro privado y defensor del pase de toda la plantilla municipal al sistema público. Al final, se aprobó la contratación, con los votos a favor del PSOE e IU y la oposición de Somos, formación que, tras la reunión, no ocultó su "profunda decepción" con sus socios.

El coordinador político de Somos, David Acera, afirma que la votación "rompió con los acuerdos dados entre los tres socios, que en 2016 habían quedado, a propuesta de IU, en acabar con esta anomalía del seguro en dos años". A su juicio, "no es admisible defender de palabra el sistema público, mientras utilizamos los recursos de todos los ovetenses en contratar uno privado que crea desigualdad en la plantilla".

"Resulta muy desagradable tener que comentar públicamente desde el gobierno situaciones como ésta, pero necesitamos trasladar a la ciudadanía que, cuando se dan y se trasladan discrepancias por parte de Somos, siempre es con responsabilidad y con asuntos de calado, que afectan a la raíz de nuestros principios", concluyó Acera.